En esta décima edición del premio, impulsado por la Generalitat de Catalunya y la Asociación Vida Sana, y con la colaboración de la Xarxa d’Escoles per la Sostenibilitat de Catalunya (XESC), la escuela 21 d’ Abril de la Aldea ha obtenido el primer premio. El acto de entrega se celebró, el pasado viernes, en la escuela Finestres de Mieres, centro ganador de la edición del año pasado. El evento contó con la presencia de Elisenda Guillaumes, directora general de Agricultura i Ramaderia; con Joan Cuevas, director general de Innovació, Digitalització, Currículum i Llengües; y con Ángeles Parra, presidenta de la Asociación Vida Sana.
El segundo premio ha sido para el Instituto Les Salines del Prat de Llobregat; y el tercero, para el Convivium Slow Food del Garraf-Penedès. También se ha otorgado un accésit al Institut Emperador Carles de Barcelona.
1er PREMIO: ESCOLA 21 D’ABRIL (la Aldea)
Proyecto: Nuestro huerto escolar ecológico
-La escuela 21 de abril está situada en una población donde la mayoría de gente trabaja dentro del sector primario de la agricultura. El pueblo es conocido por sus campos hortofrutícolas y la exportación a Cataluña, España y la Unión Europea, de frutas, verduras y hortalizas. La mayoría de familias, así como el alumnado, están inmersos en este trabajo o tienen un contacto estrecho a través de familiares, amigos y vecinos. El huerto es una herramienta que sirve para trabajar muchos de los contenidos curriculares pero también para dar a conocer la producción ecológica y transmitir valores como el respeto por el medio ambiente, el comercio justo y ético y los productos de proximidad.
*El jurado ha valorado el hecho de que el proyecto parte de la realidad del pueblo y, por lo tanto, se trata de un proyecto muy contextualizado dónde, a través del huerto ecológico, se abordan problemas reales. Hay una fuerte implicación de toda la comunidad educativa y el huerto ecológico se usa como herramienta de integración de niños con necesidades de educación especial, alumnos con dificultades de relación y comunicación, así como de adaptación de los niños nuevos en la escuela.
2.º PREMIO: INSTITUT LES SALINES (El Prat de Llobregat)
Proyecto: La Mujada, cooperativa agroecológica
-El proyecto lo han desarrollado los alumnos del ciclo de grado medio de Producción Agroecológica. Se desarrolla a partir de diferentes retos: un primer reto de carácter empresarial, la constitución de una cooperativa agroecológica; un segundo reto de carácter experimental, donde se estudian cuatro variedades de fresas para ver cuál se adapta mejor en el ParC Agrari del Baix Llobregat; un tercer reto de carácter social, por el que se comprometen a producir al por mayor un producto fresco y agroecológico para ser entregado en un punto solidario del Prat de Llobregat; y un cuarto reto ambiental, en el que se colabora con el colectivo Eixarcolant en la preservación de 4 variedades antiguas y plantas comestibles olvidadas.
*El jurado ha valorado que es un proyecto muy completo donde el aprendizaje se aborda a partir de diferentes retos, y que incluye las 3 dimensiones de la producción agroecológica: ambiental, social y económica. Además se desarrolla con la colaboración de campesinos y entidades del municipio.
3er PREMIO: CONVIVIUM SLOW FOOD DEL GARRAF PENEDÈS
Proyecto : Escuela con proyecto psicoeducativo Km0
-Basado en los principios del movimiento Slow Food, tiene como objetivo promover y desarrollar la educación alimentaria y ambiental en toda la escuela, introduciendo la sensorialidad y el gusto como punto de partida persiguiendo los valores de proximidad y sostenibilidad. Se propone en las escuelas participantes, a través de un kit educativo, que cultiven durante el curso una variedad característica de su zona y después, cocinen y prueben una receta tradicional asesorados por un cocinero. En este proyecto han participado 3 escuelas: Escola Anselm Clavé y Escola Mediterrànea, de Cornellà de Llobregat, que han cultivado la col “paperina” y cocinado un “trinxat”, y las Escuelas Pías de Sitges, que han cultivado la escarola “perruqueta” y cocinado “xató”.
*El jurado ha valorado la contribución del proyecto en la recuperación de variedades antiguas, en la prevención de los trastornos alimentarios y la implicación de muchos actores y entidades, desde el campo hasta la mesa. Es un proyecto con un importante efecto dominó, y, actualmente, ya hay otras escuelas que se están animando a participar.
LAS ESCUELAS
Los representantes de las directivas de las escuelas, y también el alumnado, agradecieron el haber sido premiados y todos coincidieron en la voluntad de continuar en la senda de la promoción de la alimentación ecológica y de proximidad. Y de seguir con proyectos educativos que inciden en la necesidad de un cambio hacia formas de producción y de consumo que protejan la salud ciudadana y la del medio ambiente. Los premiados, en su mayoría mujeres, también hicieron hincapié, en sus parlamentos, en otros ámbitos paralelos a la agroecología, como la colaboración con los abuelos/as del alumnado, el comercio justo y/o la defensa de los paisajes tradicionales y de las eco-nomías locales.
ELISENDA GUILLAUMES Y JOAN CUEVAS
Desde la Administración, Elisenda Guillaumes, DE Agricultura i Ramaderia, señaló que “hoy toca felicitarnos porque ya hemos llegado a la décima edición de este premio. Se trata de enseñar a nuestros alumnos todo aquello que tiene que ver con la agroecología. También es muy importante la gente que hay detrás: nuestros payeses, nuestros ganaderos, los paisajes, nuestra gastronomía… Se trata de aprender a conservar todo este patrimonio y este territorio”. Para Joan Cuevas, de Innovació, Digitalització, Currículum i Llengües, “hay mucha tensión hoy en la escuela. En todo el planeta. A la educación se la está cargando con todos los problemas que padece nuestra sociedad: crisis económica, crisis climática, crisis de valores. Y proyectos como estos son trascendentes porque nos ayudan a conectarnos entre nosotros, a conectarnos con la Naturaleza, a cuidarnos… en un tiempo que ha de venir en el que, probablemente, la Humanidad sufrirá nuevas escaseces y falta de recursos”. El acto estuvo presentado por Monse Escutia, que también es la coordinadora del Premi Escola.
P. B.