Pedro Burruezo es director de “El Ecomensajero Digital”, músico y horticultor orgánico. Aquí nos explica qué plantar en agosto para recoger en otoño.
En ningún sitio soy tan feliz como en mi huerto. Es el lugar más seguro del mundo.
Conozco todas las plantas, todos los árboles, todas las piedras, todos los terrones de arcilla
"La dama y el unicornio" (2003)… Tracy Chevalier
En verano, cuando llegan los rigores de agosto, ya hemos recogido buena parte de la cosecha estival. Entonces, nos preparamos para plantar lo que recogeremos en otoño o a principios de invierno, depende de cada especie y de la latitud en la que se encuentra nuestro huerto. Extraemos las plantas ya viejas, vamos quitando malas hierbas… Abonamos con estiércol bien curado. Es importante añadir un buen acolchado. Porque con las altas temperaturas la humedad no se mantiene en la tierra y las plantas pequeñitas pueden secarse con facilidad. Si estáis en una latitud en la que se dan heladas (o pueden darse)… sería mejor tener en cuenta que habrá que plantar plantones de especies vegetales resistentes a las bajas temperaturas. En climas mediterráneos no es necesario estar tan pendiente de las especies. Más ahora, desgraciadamente, que, con el cambio climático, las temperaturas invernales son cada vez más prudentes, excepto raras excepciones.
TUBÉRCULOS
Donde yo vivo, en St Feliu de Guíxols, en la Costa Brava, es normal plantar patatas tardías en verano. Se recogerán terminado el otoño, aproximadamente. Pero hay otros muchos más tubérculos que crecen cuando el clima ya no es tan caluroso. Algunos, incluso, los podemos dejar plantados mientras duren las bajas temperaturas y arrancarlos cuando lo creamos conveniente. Por ejemplo, las zanahorias. También podemos plantar remolacha, nabo… A la que el sol ya no es tan ardiente, como en septiembre, podemos plantar rabanitos. Crecen rápido y nos seguirán dando buena materia para las ensaladas cuando ya vamos careciendo de lechugas y otras plantas de hoja verde. También podemos plantar en verano el boniato, que cosecharemos en otoño.
LECHUGAS, ACELGAS…
Cuando la canícula arrecia y antes, no es muy recomendable plantar lechugas, sea cual sea la variedad, porque las plantas se espigan rápidamente y/o se quedan secas y no crecen porque el calor es demasiado asfixiante. También, las espinacas, las acelgas… mejor en primavera o en otoño.
COLES A TUTIPLÉN
Cuando el calor estival va dejando el paso a días más cortos, cuando entre el alba y el ocaso ya no hay tantas horas de sol abrasador, es el momento de plantar repollo, col rizada, brócoli, coliflor, col de Bruselas, col lombarda… Con estos cultivos tendremos alimentos ecológicos durante todo el invierno. En el caso de los vegetales de hoja, podemos ir cogiendo hojas en vez de cosechar toda la planta. De esta forma, tenemos más recursos con el mismo trabajo. Consumir todos estos productos, en ecológico, es muy sano y nos previene de un buen número de patologías.
NO HAY DECADENCIA
A algunas personas no les gusta ver el huerto al acabar el verano. Tras la explosión de la primavera y de los rigores estivales, en el final del estío se esconde, para algunos, una cierta decadencia hortícola. Pero no es cierto. Es sólo una idea, muy occidental y muy típica de una sociedad muy materialista. A mí me encanta el huerto, da igual cuál sea la estación del año. En unos momentos se muestra frondoso y espectacular. En otros, más austero y espartano. También las grandes sinfonías tienen momentos de silencios, música callada, que son estremecedores.
Pedro Burruezo