Madrileña, periodista licenciada en Ciencias de la información por la Universidad Complutense de Madrid, dirigió la revista “Psicología Práctica" y "Yoga Jornal” durante años, antes de crear, junto con su socia Jimena Mas, la revista online de difusión del yoga “YogaenRed” (www.yogaenred.com), que se ha convertido en referencia entre la comunidad del yoga en español. La publicación es media partner de BioCultura Madrid 2024 / 40 Aniversario.

-¿Nos puedes explicar qué es “YogaenRed”? ¿Cuáles son vuestros objetivos? ¿Quién está detrás de esta alternativa?
-“YogaenRed” es una revista online de difusión e información sobre yoga, tradiciones meditativas y estilo de vida sano. La creamos en el 2012 dos periodistas, Jimena Mas y yo misma, y se ha consolidado como la plataforma independiente de referencia de la comunidad yóguica en castellano. “YogaenRed” ha crecido al mismo tiempo que el yoga se ha ido popularizando a lo largo de estos últimos doce años. Hoy nos enorgullece seguir aportando nuestro trabajo de comunicación para que esta antigua y completa práctica física y espiritual continúe conociéndose correctamente en su riqueza y diversidad. (Algo que, por cierto, aún no es del todo entendido por parte de la sociedad, a pesar de su popularidad). Nos apoyamos, desde el primer día, en la colaboración asidua y estrecha de los más reconocidos expertos, maestros y profesionales del yoga, que comparten artículos y opiniones y comunican eventos y actividades. Ese es nuestro mayor activo. Consideramos que el éxito de “YogaenRed” se basa en que nuestros contenidos difunden con respeto la tradición del yoga, tan amplia, pero desde la apertura al aquí y ahora, y con independencia de cualquier escuela o linaje. “YogaenRed” es un medio pluralista, accesible a toda voz y opinión sobre la materia que quiera hacerse oír. Y otro valor importante es su cercanía y agilidad, ya que cada día actualizamos y renovamos contenidos, artículos y agenda de eventos.

2.500 LECTORES AL DÍA
-¿Quién os sigue y cómo alguien puede apuntarse a vuestro newsletter?
-En la actualidad visitan “YogaenRed”  una media de 2.500 lectores/as al día, y además de una forma muy consolidada, lo cual nos sugiere una considerable fidelización del público lector; por ello, solemos decir que “creamos comunidad”. Y es cierto que profesionales del yoga, un sector tradicionalmente bastante disperso, han reconocido que gracias a “YogaenRed”  se mantienen más conectados. Como revista madura especializada, cuenta con más de 6.000 entradas entre entrevistas, artículos, vídeos…, lo cual significa que interesa tanto al amante del yoga principiante como al practicante avanzado, al amateur y al profesional del yoga. El grupo de lectoras entre 25 y 55 años y residentes en núcleos urbanos son mayoría, como sucede en la comunidad de practicantes de yoga en España y en el mundo. Suscribirse es totalmente gratuito, como abiertos son todos los contenidos. Enviamos dos newsletters semanales con las novedades de contenidos de los días anteriores, a una lista de 12.000 suscriptores. Siempre entendimos este proyecto como servicio a la comunidad yóguica, y lo mantenemos sólo con los ingresos por publicidad.

AMPLIAS MINORÍAS
-¿En qué medida el yoga es hoy una actividad seguida por amplias minorías en España?
-No tan minorías, diría yo. Si lo comparamos con el grupo de población que hace algún tipo de actividad física, seguramente el yoga se encuentre entre las 6 actividades principalmente elegidas por los españoles (creo haber leído el dato en algún sitio). En los últimos diez años, los practicantes se han multiplicado, sobre todo a raíz de la pandemia. Según cálculos diferentes, la cifra de personas que han practicado o practican algún estilo o modalidad de yoga en España estaría entre los tres y los cinco millones.

EL ÉXITO
-¿A qué crees que se debe el éxito de la multitud de actividades que se realizan hoy en España en torno al yoga y sus satélites afines?
-Creo que cada vez las personas somos más conscientes de que debemos tomar la responsabilidad de nuestra salud física y mental, dicho sea en el sentido más amplio. Y también sabemos que la salud tiene mucho que ver con una filosofía de vida integral que nos ayude a gestionar situaciones personales y sociales de estrés, conflictos emocionales, sobrecarga laboral, frustración o vacío existencial, búsqueda de paz espiritual… A diferencia de otras actividades sanas puramente físicas, el yoga, el tradicional y también el moderno, puede ofrecer una respuesta holística cuerpo-mente, un alivio o un remedio, tal vez la solución. Y es que implica, o puede implicar, a todas las envolturas del ser.

LO PERSONAL
-En lo personal, ¿cómo fue tu iniciación al yoga y cuáles son tus referencias?
-Conocí el yoga por motivos profesionales. Fui directora de una revista de psicología durante años, y luego acepté la propuesta de la editorial de dirigir la edición española de la revista americana “Yoga Journal”. Por coherencia empecé a practicar yoga, siempre de forma muy modesta, en el centrito del barrio. Y así, las energías de la práctica, canalizadas a través de mi buena profesora, fueron ganándome por dentro, reconectándome, pacificándome, madurándome… Mis referencias son los aprendizajes del día a día, a través de las personas que trato, las lecturas, las vivencias. Admito la sensibilidad, la creatividad, la coherencia, la humildad, el entusiasmo por el trabajo honesto. Tengo innumerables referencias muy heterogéneas, muy eclécticas. Reconozco que, como mujer de mi generación que estudió en colegio de monjas, soy muy refractaria a todo lo que me suene a dogma o elitismo. Mi energía espiritual la encuentro más en la convivencia armónica de la vida en la tierra y en el respeto hacia los valores humanistas, hacia la naturaleza, hacia el arte. Mi dios lo encuentro no en las alturas sino en los ojos de los niños y los perros, en las pequeñas cosas que transmiten humildad, amor, pureza.

DEMOCRATIZACIÓN
-¿La democratización del yoga conlleva el peligro de que pierda su razón de ser primigenia: la búsqueda de la adyacencia con la Divinidad? ¿Qué crees que busca con el yoga la mayoría de las personas que lo practican hoy en España?
-Más que democratización… yo diría popularización. En realidad, como señalan los estudiosos de la evolución del yoga, tendríamos que hablar de los yogas en lugar de yoga. Y es que nunca hubo un yoga único ni tuvo siempre un sentido místico; su trayectoria es una historia de mestizaje, hibridada por decenas de diferentes influencias, ideologías, filosofías, desde sus orígenes en la mística hindú, pasando por las aportaciones del shankya, el vedanta, el tantra, el budismo, e incluso del funambulismo y la disciplina militar, hasta el desembarco en Occidente de los linajes y maestros indios famosos, y a partir de ahí el llamado yoga moderno o postural que ellos mismos difundieron aquí. Lo que llamamos yoga hoy día creo que es una manera simplificada de referirnos a una “cultura basada en el yoga” en la que caben aún más tendencias o variedades que en su intrincado pasado. No me parece que yo deba juzgarlo; solo sé que todas esas ofertas nuevas de yoga son adaptaciones, más o menos cabales o acertadas, a nuestros paladares, condicionados por la variedad. Cada uno que tome de esa “cultura yóguica” tan rica y amplia las cualidades o formas que más se adapten a su evolución personal e inquietudes de tipo personal o espiritual. Lo importante, seguramente, es que sirva para sentirnos mejor o ser mejores personas.

LA SOCIEDAD MODERNA
-¿Qué puede aportarle el yoga a la sociedad moderna en los tiempos de Kali Yuga?
-El yoga muestra el camino hacia la libertad interior. Pero, como todo, mal utilizado, puede ser un método para evadir la realidad o para camuflar los problemas en vez de afrontarlos.
Personalmente, me conformaría con que sirviera para que cada practicante y cada enseñante, y somos millones en el mundo, fuéramos más conscientes de que solo la compasión, la fraternidad, la cooperación, la solidaridad entre los seres humanos… puede salvarnos a todos. Ojalá que la defensa y la divulgación de eso fuera una causa universal y el dharma de cada uno.

LO IMPORTANTE ES EL CAMINO
-¿Nos puedes explicar algún estado no de alteración de la conciencia, sino de conciencia inalterada (original, primigenia), que hayas conseguido con la práctica yóguica?
-El objetivo de alterar la conciencia con el yoga o sin él no me interesa. No practico yoga para “llegar” a nada; es el camino que propone el que me interesa transitar. Y a lo largo del mismo, si voy ganando más atención, lucidez y conciencia de mí misma y lo que me rodea, tanto mejor.

AYURVEDA
-¿En qué medida otros asuntos procedentes de India, como el ayurveda, por ejemplo, son de también de tu interés?
-El ayurveda me parece que tiene una visión de la salud y la enfermedad muy interesante, por muchas razones, pero sobre todo porque contempla al ser humano individualmente y en su integridad.

BANDAS SONORAS
-¿Qué banda sonora le pondrías a una sesión de relajación tras una tarde de yoga, cuando ya cae el crepúsculo?
-Cada día me apetecería una diferente, yo creo; no descarto nada que tenga calidad. Ya dije que soy muy de multiamores, jajaja. Y también amo la música del silencio, quizás más que ninguna otra.

BIOCULTURA
-¿Qué es para ti BioCultura? ¿Qué te parece que una feria cumpla 40 años en la era más líquida de la Historia?
-Me alegra mucho porque significa que ha ido creciendo nuestro interés por cuidarnos mejor respetando el medio ambiente, por buscar una alternativa más sana al consumo industrial, por los productos de calidad biológica, por las terapias más cercanas a la naturaleza. BioCultura ha sido sin duda pionera en la divulgación de esos aprendizajes sobre ecología y producción biológica, muy revolucionarios hace 40 años.  Felicito muy sinceramente a sus responsables y colaboradores por habernos ofrecido una alternativa ilusionante y transformadora a quienes nos rebelamos contra el consumismo, la sobreexplotación del medio y la alimentación tóxica.

Pedro B.

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