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Hemos entrado en el mes sagrado del Islam
Los beneficios del ayuno son múltiples
Ayunar, desde el alba hasta la puesta de sol, tiene un sinfín de virtudes desde el punto de vista de la salud. Pedro Burruezo, que practica el ayuno en el mes Ramadán desde hace casi veinte años, nos enumera algunas, tanto desde el punto de vista de la salud física como de la emocional.
Ramadán mantiene lejos de ti al galeno, al loquero, al charlatán y al vendedor de humo
Anónimo en una red social
Los estudios científicos que se han centrado en los beneficios del ayuno en el mes de Ramadán son innumerables. Los beneficios del ayuno durante el mes sagrado del islam, desde antes de que salga el sol hasta la puesta, son incontables. Aquí ponemos una lista de las ventajas, pero son muchas más. Al menos, desde el punto de vista físico.
-Pérdida de peso: Tras 8 horas de ayuno (durante el cual el cuerpo ha estado absorbiendo los nutrientes de la última comida), el cuerpo recurre a la glucosa y después a la grasa almacenada. Esto provoca pérdida de peso. En un mundo en el que los obesos no dejan de aumentar, está claro que este ayuno es muy benefactor. El ayuno de Ramadán comporta en años como el actual, en una latitud como la española, un ayuno de un mínimo de 14 horas. Esto conlleva mucha quema de grasa.
-Normalmente ingerimos más alimentos de los que el cuerpo necesita, lo que provoca que el cuerpo no realice al 100% otras tareas. Así, el ayuno permite al cuerpo centrarse y facilitar la curación. Los órganos del sistema gastrointestinal pueden descansar y autorrepararse. Si les damos mucho trabajo durante todo el año, nunca tienen el tiempo necesario para detener el trabajo y sanar.
-La quema de carbohidratos aumenta en el cuerpo, lo que conduce a una disminución en los niveles sanguíneos de azúcar e insulina. El ayuno desde el amanecer hasta el anochecer durante 30 días aumentó los niveles de proteínas que desempeñan un papel crucial en la mejora de la resistencia a la insulina y la protección contra los riesgos de una dieta alta en grasas y azúcar, según una investigación presentada en “Digestive Disease Week” (DDW) 2019 y que recogió recientemente Europa Press.
-Por otro lado, hoy sabemos, gracias a diversos estudios, que en Ramadán aumentan los niveles de las proteínas que desempeñan un papel en el mantenimiento de células sanas y en las reparaciones celulares importantes. Esto permite envejecer con mayor bienestar y mantener los cánceres y los procesos tumorales lejos de nuestros organismos. Incluso se ha demostrado que el ayuno es positivo mientras se llevan a cabo terapias alopáticas como la quimioterapia.
-El ayuno también reduce riesgos cardiovasculares.
-Artritis reumatoide, diabetes del adulto, hipertensión arterial esencial, cansancio, asma, reumatismo, alergia, dolor crónico... Hay pocas "enfermedades de la civilización" que no mejoren gracias a los beneficios del ayuno…
OTROS TIPOS DE BENEFICIOS
Durante el mes de Ramadán, los musulmanes procuran no discutir con nadie, no alzar la voz, no entrometerse en conflictos de ningún tipo. Además, multiplican las tareas de empatía con los familiares, la comunidad, los que padecen. Son más generosos, más altruistas. Esto tiene un sinfín, también, de beneficios sociales, psicológicos y sanitarios. El ayunante comprende lo que siente el hambriento… y tiene la necesidad de purificar su alma y su economía realizando todo tipo de actividades que restauren la justicia social.
EN FAMILIA
El ayuno de Ramadán suele practicarse en familia. Con el paso de los años, se recuerda con mucho cariño levantarse muy pronto para comer antes de que salga el sol. Y luego, con la puesta, se reúne la familia, vienen los vecinos, otros familiares… y el “iftar”, el “des-ayuno”, se convierte en una fiesta. Imposible explicar en unas líneas lo que significa todo esto. En estos tiempos de una gran atomización social, el mes de Ramadán sirve, entre otras cosas, para realizar una gran labor de cohesión familiar, vecinal, social, etc. Por separado, somos muy poca cosa.
EL MEJOR SABOR DE LOS ALIMENTOS
Tras todo el día de ayuno, el alimento más modesto sabe a gloria. Esto nos ayuda a no confundir el precio con el valor de las cosas. El ayuno nos recuerda, también, la importancia de ser más pacientes, de saber esperar, de no querer correr más de lo que es verazmente necesario. En la era de la inmediatez líquida, el ayuno de Ramadán es especialmente importante para, desde la niñez, aprender que la paciencia es la madre de la ciencia.
CRECIMIENTO ESPIRITUAL
Como ya hemos dicho, durante este mes las obras caritativas aumentan y ello es muy positivo para la salud física y mental: tu cerebro libera ciertos neurotransmisores como la oxitocina, dopamina y serotonina, que no solo ayudan a contrarrestar el estrés, sino que te hacen sentir feliz, relajado y tranquilo. Además, los ayunantes suelen estar concentrados durante todo el día, pese al trabajo o las tareas diarias, en aquello que conduce al contacto con la realidad última, lo divino, lo inmaculado.
SIN EFECTOS SECUNDARIOS
El ayuno es hoy recomendado por innumerables doctores naturópatas. No tiene ningún efecto secundario negativo. Y sí tiene muchos efectos positivos. Pero el ayuno de Ramadán no es un ayuno como los demás. En él, el componente espiritual es tan importante que puede conducir al ayunante a cimas nevadas de conocimiento. Tanto física como mental y espiritualmente. Algunas personas en Occidente dicen: “Yo no podría hacerlo”. Pero lo llevan a cabo, ya, más de 2 mil millones de personas en todo el planeta. Y, entre ellos, personas de todas las condiciones, razas, edades, posición, etc. A excepción, obviamente, de los niños más pequeños, los enfermos y las embarazadas. Dejar descansar la mente, el cuerpo y el alma durante tantas horas sólo puede ser algo positivo. Estamos sobreexpuestos a inputs de todo tipo: inputs alimentarios, tecnológicos, informativos, etc. Ayuno, silencio y contemplación. Una terapia extraordinaria para un mundo convulso, ruidoso, acelerado y obeso.
Pedro Burruezo