El uso y abuso de antibióticos está conduciendo a la aparición de resistencias bacterianas. Se trata de un problema iatrogénico de primer orden. En los próximos años podrían manifestarse con toda la crudeza sus consecuencias.

Este 2023, el Ministerio de Sanidad confirmó problemas en el suministro de algunos medicamentos, entre los cuales había ciertos antibióticos (especialmente, de dosificación pediátrica). Los antibióticos son medicamentos relevantes, necesarios para seguir correctamente los tratamientos prescritos contra infecciones bacterianas. En este sentido, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha seguido muy de cerca la situación de los laboratorios, para conocer de primera mano el estado de sus stocks, con el objetivo de poder asegurar su suministro. Por su parte, las farmacias procuran que estos medicamentos estén accesibles siempre que se necesiten.

A FUEGO LENTO
Pero, a día de hoy, este no es el único problema en relación a los antibióticos. El reto más preocupante (quizás menos visible, pero que va cociéndose a fuego lento) radica en la aparición de resistencias bacterianas. Es decir: los antibióticos van perdiendo efectividad frente a las bacterias resistentes. La AEMPS y el Gobierno de España han puesto en marcha varias campañas para concienciar sobre su uso y evitar su abuso, como medida fundamental para minimizar estas resistencias.

USO Y ABUSO
En este contexto, la AEMPS y el Gobierno de España han puesto en marcha iniciativas para visibilizar el error común de usar los antibióticos para tratar infecciones de origen vírico como la gripe. Y es que el mal uso de estos fármacos está conduciendo al desarrollo de bacterias más resistentes y, por tanto, difíciles de combatir. En el marco de la celebración del Día Europeo del Uso Prudente de los Antibióticos, Mar Santamaria, responsable de Atención Farmacéutica de Promofarma by DocMorris, una parafarmacia online, ha compartido 7 puntos clave que se deben conocer para contribuir a la eficacia de los antibióticos y garantizar que en el momento que los necesitemos… ¡verdaderamente funcionen!

1. Los antibióticos salvan vidas: ¡cuidemos bien de ellos!
2. Los antibióticos SOLO son efectivos para infecciones bacterianas
3. Existen muchos tipos de antibióticos y hay que dar con el adecuado
4. Sólo debemos tomar antibiótico cuando nos lo prescribe un médico/a u odontólogo/a
5. ¡Utilizar mal los antibióticos contribuye a que nos estemos quedando sin ellos!
6. Podemos contribuir a mejorar esta situación haciendo un buen uso de los antibióticos: a pequeña y a gran escala
7. Hay que seguir apoyando la investigación en antibióticos

EL PROBLEMA DE LA GANADERÍA INDUSTRIAL
Nosotros añadiríamos un punto más, que nos parece fundamental. Porque nos exponemos a la resistencia bacterianas no sólo a través de la ingesta directa y errónea de antibióticos. También hay una ingesta indirecta. El abuso de antibióticos en la ganadería intensiva (porcina, aves y lácteos principalmente) favorece el desarrollo de bacterias resistentes a este tipo de medicamentos, constituyendo una de las amenazas más serias para la salud pública mundial. Depende de qué estás comiendo, también ingieres antibióticos. Se calcula que más de 35.000 personas mueren cada año en el Estado español por culpa de la resistencia a los antibióticos. Si tu dieta es omnívora, elige alimentos de ganadería ecológica o extensiva.

ANTIBIÓTICOS PARA ANIMALES SANOS
La mayor parte de los antibióticos que se utilizan en la ganadería industrial no se administran a animales enfermos, sino sanos. ¡Qué locura! Esta práctica se utiliza para poder mantener las condiciones actuales de hacinamiento de miles de animales en las granjas industriales de cerdos, pollos o bovinos. Porque el hacinamiento favorece la aparición de enfermedades, básicamente por la misma acumulación animal y por la situación de estrés, que genera una inmunosupresión crónica. Antes de que los animales se pongan enfermos, se les trata con antibióticos. Y los productos de estos animales, tanto directos como indirectos (carne, huevos, quesos…), conllevan una sobre exposición innecesaria a antibióticos, de dramáticas consecuencias posteriores, cuando aparecen determinadas patologías. No consumir antibióticos innecesarios, ni directa ni indirectamente, es una forma de profilaxis ante este tipo de iatrogenia.

Redacción