Empresaria de profesión, es presidenta del Comité de Agricultura Ecológica de la Comunidad Madrid (CAEM) desde su creación, en el año 1996. Desde entonces su defensa y apoyo al sector “bio” han sido cruciales en la Comunidad de Madrid para el crecimiento del mundo orgánico. La familia es el motor que la mueve en la vida. Tiene una familia numerosa y la acapara todo lo que ella se deja.  Amante de la poesía, participa habitualmente en diversos eventos poéticos por toda España. Ha publicado ya dos poemarios de su autoría. La lectura, la naturaleza y viajar… son otras de sus aficiones más notables. Les dedica todo el tiempo que puede. El CAEM estará en BioCultura Madrid 2024 / 40 Aniversario.

 -¿Con cuántas empresas vais a exponer en BioCultura Madrid 2024 / 40 Aniversario?
-Este año, en el estand de la Comunidad de Madrid, bajo el paraguas del CAEM, participarán 15 empresas certificadas.

LOS PRODUCTOS
-¿Cuáles son los productos más novedosos que presentáis este año y cuáles son los más apreciados desde siempre?
-En Madrid disfrutamos de aceites de oliva extra virgen ecológicos de una altísima calidad y muy competitivos. En esta edición, los asistentes a BioCultura Madrid podrán disfrutar de los premiados aceites de Oleum Laguna, “Loa 77” y “Oleum Laguna de Blas”; del aceite ecológico “Eco Reces”; de la Cooperativa Recespaña; así como del aceite “Alma de Laguna” de Vinos y Aceites Laguna, que, además, cuenta con el distintivo de calidad de la D.O.P. Aceite de Madrid. Nuestra oferta para esta edición es variada. Tenemos un poco de todo. Los cafés de Guilis y Supracafé, las conservas vegetales, las legumbres y los platos preparados hechos como en casa de Conservas Cachopo, los vinos ecológicos de Andrés Morate, las verduras y hortalizas recién cortadas de Tómate La Huerta, las múltiples variedades de la excelente miel de Miel Antonio Simón, el riquísimo pan de Biopan (que nadie se marche sin probar sus bollitos de cardamomo), y las deliciosas granolas y galletas de la sierra de Madrid de Sierra Foods. Y tendremos desde productos tradicionales como las almendras que nos trae Jose Luis Manchón desde Velilla de San Antonio, hasta productos más exóticos como la pulpa del fruto del baobab, el jugo de aloe vera y la miel de albaida y flor de aloe vera de uno de los últimos premiados a Mejores Productores Sostenibles de España en 2024: la empresa Atalaya Bio.

Aceites ecológicos que cuentan con el sello de la DOP Aceite de
Madrid: Oleum de Oleum Laguna y Alma de Laguna de Vinos y Aceites Laguna.

EL PÚBLICO
-¿En qué medida el público español conoce los productos ecológicos de la Comunidad de Madrid?
-Al público en general aún le sorprende que en la Comunidad de Madrid tengamos tantos y tan buenos productos y, además, ecológicos. La visión de nuestra región sigue eclipsada por la capital, pasando así desapercibida la riqueza agrícola de nuestra comunidad.  Son los consumidores que ya están sensibilizados con la alimentación ecológica y buscan productos específicos los que suelen estar mejor informados sobre los productos de la Comunidad de Madrid. Así que tenemos un gran reto por delante. Es cierto que los mercados de proximidad, que cada vez son más numerosos en nuestra comunidad, las ferias ecológicas, así como la promoción en supermercados de los alimentos de Madrid, están fomentando el conocimiento del producto ecológico madrileño, sobre todo a nivel local. Y son los premios a nivel nacional, como el de Alimentos de España (Suerte Ampanera recibió en 2021 el premio Alimentos de España a la Producción Ecológica y en 2011 el premio Alimentos de España al Mejor Queso), el mencionado Mejores Productores Sostenibles de España de BBVA (Suerte Ampanera, Atalaya Bio) y los europeos (Organic Awards) e internacionales, los que han puesto el foco de atención en los diferentes alimentos y productores madrileños fuera de Madrid, ayudando a su promoción y conocimiento.

EL SECTOR ECOLÓGICO
-¿En qué punto se encuentra el sector ecológico en vuestra comunidad?
-El sector agroalimentario ecológico en la Comunidad de Madrid ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años y la producción ecológica ha ido en aumento tanto en superficie agrícola certificada como en el número de operadores registrados (productores, elaboradores, importadores y comercializadores). Sin embargo, la superficie destinada a la agricultura ecológica sigue siendo relativamente menor debido a las características geográficas (nuestra comunidad tiene una superficie de 802.573, 42Ha) y climáticas, así como a la fuerte presión del uso del suelo para la urbanización, lo que supone un gran desafío en cuanto a competitividad respecto a otras regiones. El otro reto al que hacemos frente en nuestra comunidad es la accesibilidad a los productos ecológicos. La pandemia fue un impulso para que el interés del consumidor se dirigiera hacia productos más saludables y sostenibles, aumentando el consumo de productos de proximidad y ecológicos, lo que benefició al sector y, en particular, a los productos ecológicos locales, que, en nuestro caso, dio a conocer a muchos de nuestros productores. Pese a ello, la presión económica actual que sufren, sobre todo los habitantes de grandes ciudades como Madrid, tiene como consecuencia que la decisión de compra del consumidor oscile hacia alimentos en oferta y de cultivo convencional, pues resultan más económicos. Además, tenemos que hacer frente al desconocimiento que aún existe, por parte del consumidor, respecto a la rigurosidad que supone la certificación ecológica para la producción de los alimentos, que se percibe como una marca más que lo único que aporta es un encarecimiento del producto, sin llegar a comprender el plus de calidad y sostenibilidad que suponen los alimentos de procedencia ecológica. Pese a todo lo anterior, nosotros somos optimistas. Creemos que el sector agroalimentario ecológico en Madrid tiene un gran potencial para seguir creciendo, pero es fundamental que se refuercen políticas de apoyo y se promuevan iniciativas que acerquen estos productos a todos los consumidores, haciendo hincapié en su valor nutricional y medioambiental. Consideramos que la colaboración entre los distintos actores del sector (productores, instituciones, distribuidores) será crucial para consolidar su posición en el mercado.

LA INFLACIÓN
-¿De qué forma le afecta al sector ecológico la alta inflación o la migración del consumo a las grandes superficies?
-La producción ecológica suele implicar mayores costes de producción debido a diversos factores como el coste de la certificación, el uso de métodos sostenibles y manuales y una menor escala productiva. Con la inflación, estos costes tienden a aumentar aún más, lo que puede traducirse en precios algo más elevados, en algunos casos, para el consumidor. Esto puede desalentarles, pese a que tengan conciencia ecológica, y se encuentren en la necesidad de priorizar el consumo en categorías específicas por cuestiones económicas. Esta migración al producto convencional en el consumo de alimentos puede afectar la percepción general del valor de lo ecológico si los consumidores dejan de verlo como una prioridad accesible. Respecto a las grandes superficies, suelen ofrecer precios más bajos debido a su capacidad de negociar grandes volúmenes y optimizar cadenas de suministro. Estas circunstancias también afectan de forma positiva a los productos ecológicos en las cadenas que incorporan estos productos a sus lineales. Esta cuestión favorece al consumidor, sobre todo en las grandes ciudades, que pueden encontrar mayor variedad de producto y pueden comparar y elegir a la hora de realizar su compra. Por el contrario, esto supone una ventaja competitiva para este tipo de establecimientos frente al comercio especializado o los pequeños productores, que no pueden trabajar con esos márgenes y costes. A pesar de la inflación y la migración del consumo, ésta puede ser una oportunidad para que destaque su valor diferencial. Estrategias de comunicación que de forma clara pongan en valor los beneficios de la producción ecológica sobre la salud del medio ambiente y de las personas pueden ayudar a retener a los consumidores que valoran estos aspectos, así como a concienciar al resto para que comiencen a consumirlos.  El fomento de canales cortos de comercialización es otro de los puntos que pueden contribuir a que los pequeños productores, así como las tiendas especializadas, también puedan competir en la producción, distribución y comercialización.

BIOCULTURA
-¿En qué medida crees que BioCultura Madrid es un altavoz para dar visibilidad a los productores y a las empresas de Madrid a las personas que se acercan a la feria desde otros puntos geográficos del estado?
-BioCultura es una gran oportunidad para acercar los productos de nuestra comunidad a todos los consumidores, ya no sólo a los madrileños, que cada vez van conociendo más los productos de aquí, sino a todos los visitantes de otras regiones que se pueden llevar de regreso a casa productos de Madrid de una excelente calidad que no les dejarán indiferentes.  El contacto directo del visitante con el operador ecológico, conocer de primera mano su historia y el origen de sus productos, crea unos lazos entre ambos. Esa relación queda ligada a ese alimento ecológico y perdura en el recuerdo del que lo consume. Esto se traduce en que los visitantes que repiten en BioCultura regresan buscando a nuestros productores para volver a comprar sus productos.

-¿Qué es BioCultura para vosotros y cómo veis que se cumplan 40 años de su existencia? 
-Los cuarenta años de BioCultura han sido un reto compartido en el que nos hemos apoyado tanto los agentes del sector como los propios visitantes. A esta feria se le ha dado una especial visibilidad, al tratarse de un altavoz clave para los productores ecológicos de la Comunidad de Madrid, ya que les ha ofrecido y les ofrece una plataforma única para dar a conocer sus productos tanto a consumidores como a profesionales del sector de toda España. La feria permite crear lazos comerciales, fomentar el reconocimiento de los productos ecológicos madrileños y generar una mayor conciencia sobre la calidad y sostenibilidad de los productos locales. Además, contribuye al posicionamiento de la Comunidad de Madrid dentro del ecosistema de producción ecológica nacional. Una feria de la que no se puede prescindir. Felicitamos a sus responsables por esta trayectoria y deseamos que la feria cumpla muchos más encuentros, en los que Madrid estará presente.

Pedro Burruezo

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