En el este del estado amazónico de Maranhão se expande el agronegocio para la exportación. Desde hace al menos tres años, terratenientes del municipio de Timbiras utilizan el veneno de sus monocultivos como arma química para expulsar a los pequeños campesinos de sus territorios. Salva la Selva lanza una campaña para detener esta limpieza étnica escondida. Una vez más, el modelo agroalimentario global muestra que tiene las manos sucias de sangre.