Gracias a la implementación del Impuesto de Turismo Sostenible (ITS), las Islas Baleares han conseguido dedicar parte de esos ingresos a proyectos relacionados con la agricultura ecológica y la protección del paisaje tradicional.
La profesora de la Universidad Católica de Ávila, Alexandra Díez, propone la utilización de probióticos en lugar de fertilizantes químicos para promover un impacto positivo en los huertos y, por ende, en el planeta y en la salud humana.