¿Te cuesta ir al baño en vacaciones? La postura puede tener la culpa (y la solución es ancestral). En vacaciones cambiamos todo: cama, horarios, comida… Pero hay algo que no cambia tan fácilmente: el estreñimiento. Ese malestar en la barriga que te acompaña allá donde vas es más común de lo que crees, y muchas veces no tiene que ver con lo que comes, sino con cómo te sientas en el inodoro. Clara Rodríguez nos lo explica. Quizás tus vacaciones ya han terminado, pero la información sigue siendo útil.

¿Qué tiene que ver la postura con el estreñimiento? Más de lo que imaginas. Al sentarnos en un WC moderno, con las piernas en ángulo recto, el canal anal permanece parcialmente cerrado. ¿El culpable? Un músculo llamado puborrectal, que actúa como un “cierre de seguridad”. Sirve para evitar escapes cuando estás sentado... pero también bloquea la salida cuando quieres evacuar.

LOS ANCESTROS
Nuestros ancestros sabían lo que hacían: defecaban en cuclillas, lo que relaja ese músculo y alinea el recto. ¿Resultado? Menos esfuerzo y más eficacia. De hecho, estudios científicos han demostrado que esta postura reduce el tiempo y el esfuerzo necesarios para evacuar. Parecen ser todo ventajas.

ELEVA TUS PIES
Pero no te preocupes, no hace falta hacer obras en casa ni salir a la naturaleza a defecar. Solo necesitas elevar tus pies al ir al baño. Un simple taburete puede ayudarte a replicar esa postura ancestral. Si no tienes taburete, cualquiera de estas dos cosas servirá:

• Coloca los pies en el bidé o en la pared si los tienes cerca.
• Utiliza la papelera del baño.
• Pon los pies de puntillas e inclina el tronco hacia delante: si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma.

La clave es que tus rodillas estén por encima de tus caderas.

CONSEJOS
Consejos rápidos para ir mejor al baño en tus vacaciones.

• Respira antes de empujar: activa tu sistema parasimpático y relaja el cuerpo.
• Hidrátate bien, sobre todo con aguas ricas en minerales.
• No le temas a las grasas buenas: aceite de oliva, aguacate, huevos y pescado azul lubrican el intestino.
• Fibra sí, pero no cualquiera: mejor frutas y verduras de calidad, en ecológico.
• Muévete: caminar activa el intestino. Un paseo después de comer puede obrar maravillas.

TU BAÑO IMPORTA
Tu baño también importa. No subestimes el poder de un baño bonito, ordenado y tranquilo. El entorno también afecta a tu digestión. Cuando estás en casa, con tus rutinas, todo fluye mejor… literalmente. Estas vacaciones, escúchate. Quizás lo único que necesitas para ir mejor al baño… es cambiar de postura.

Clara Rodríguez es fisioterapeuta y osteópata y fundadora de Maniática Woodwork
maniaticawoodwork.com
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