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JORNADA (DES)APRENDIENDO SALUD
María Lunas: “Cada edificio, habitación u oficina tiene un impacto directo sobre nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestra energía vital”
Es arquitecta, ingeniera de edificación y psiconeuroinmunóloga. Divulgadora en salud del hábitat y conexión con la Naturaleza, con una mirada integrativa sobre cómo los espacios influyen en el ser humano, cuenta también con un máster en Neuroarquitectura, lo que le ha permitido profundizar en el estudio de la relación entre el entorno construido y el bienestar físico, mental y emocional de las personas. Además de su labor divulgativa, ejerce como arquitecta, creando viviendas y espacios que respetan la biología humana, los ritmos naturales y la salud integral. Apasionada por la Naturaleza, dedica gran parte de su tiempo al estudio de plantas y sus propiedades, así como a la elaboración de recetas sin tóxicos para la salud y el cuidado personal. Disfruta pasando tiempo en el mar y explorando bosques y entornos naturales, donde encuentra inspiración para sus proyectos y reflexiona sobre la relación entre el ser humano y el territorio. Estará en la Jornada (DES)APRENDIENDO SALUD de BioCultura Madrid 2025 (abajo toda la info).
-¿En qué va a consistir tu ponencia en la Jornada Desaprendiendo Salud de BioCultura Madrid 2025?
-Mi ponencia estará centrada en la influencia que tienen los entornos en los que vivimos y trabajamos sobre nuestra salud y bienestar integral. A través de esta charla, quiero mostrar cómo los espacios no son neutros: cada edificio, habitación u oficina tiene un impacto directo sobre nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestra energía vital. Presentaré mi Teoría de las 4 Pieles, que propone que nuestra vitalidad depende de la interacción armónica entre cuatro niveles fundamentales: la piel, el hogar, el territorio y el cosmos. Esta teoría permite entender la salud de manera sistémica, integrando factores físicos, energéticos y ambientales que muchas veces pasan desapercibidos. Durante la ponencia, analizaré cómo los entornos saludables, aquellos que respetan la luz natural, la ventilación adecuada, la calidad del aire interior, el control de la radiación electromagnética y la exposición a luz azul, el uso de materiales no tóxicos, la correcta disposición de los espacios y la incorporación de elementos naturales, contribuyen a mejorar el bienestar físico, mental y emocional de las personas.
UN CONCEPTO DESCONOCIDO
-¿En qué medida la población española está habituada a estos temas?
-En España, el concepto de entornos saludables todavía es relativamente desconocido. La población suele asociar la salud con la alimentación o el ejercicio, sin integrar la influencia directa del entorno construido. Sin embargo, estudios recientes en neuroarquitectura, toxicología ambiental y medicina ambiental demuestran que la calidad del aire interior, la luz natural, la ventilación, los materiales de construcción y la presencia de elementos naturales impactan directamente en el sueño, el sistema inmunológico, la función mitocondrial e incluso la salud mental. Aunque existe un interés creciente por viviendas sostenibles y espacios verdes, la mayoría de los hogares y oficinas no cumplen criterios básicos de biohabitabilidad, lo que hace urgente educar sobre cómo transformar los espacios cotidianos en lugares que favorezcan la regeneración del organismo de manera integral con soluciones sencillas.
VIVIR SANAMENTE EN UN MUNDO TÓXICO
-¿Es posible vivir sano en un mundo tan tóxico como el nuestro?
-Sí, es posible, pero requiere un enfoque consciente y activo. La clave no está en intentar controlar todo lo que nos rodea, sino en generar entornos saludables que minimicen la exposición a tóxicos químicos, físicos y biológicos, y que restauren nuestra conexión con la Naturaleza. Vivimos en un mundo lleno de radiación artificial, luz azul, contaminantes en el aire, materiales sintéticos y alimentos procesados; todos estos factores alteran nuestros ritmos naturales, desgastan nuestro sistema inmunitario y reducen nuestra capacidad de regeneración. Aunque no podemos eliminar por completo estas influencias externas, sí podemos crear microentornos protectores, espacios que funcionen como núcleos de regeneración y bienestar. Esto incluye mejorar la calidad del aire, reducir la radiación electromagnética, elegir materiales no tóxicos, evitar la presencia de moho y permitir que la luz y la energía natural fluyan en nuestros hogares. En estos microentornos, nuestro cuerpo puede descansar, equilibrarse y recuperar la vitalidad perdida, fortaleciendo la energía vital frente a un estrés ambiental constante que cada día enferma a más personas. La salud no es simplemente la ausencia de enfermedad: es la capacidad de regenerarse, adaptarse y mantener el equilibrio, incluso en un mundo que no respeta nuestra biología. Se trata de recuperar el contacto con los ritmos naturales, la luz del sol, el aire puro, la alimentación real y los espacios armoniosos, creando condiciones que nos permitan vivir con energía y bienestar, más allá de la mera supervivencia.
LUGARES QUE NO NOS CONVIENEN
-¿Vivimos en lugares que no nos convienen? ¿Por qué?
-Sí. Muchas viviendas y oficinas modernas están diseñadas priorizando eficiencia, estética o economía, sin considerar criterios de biohabitabilidad. La orientación solar inadecuada, la falta de ventilación natural, la cantidad excesiva de radiación artificial, los materiales tóxicos, el ruido elevado o la ausencia de vegetación, entre muchos otros factores, generan estrés crónico, alteraciones del sueño, desequilibrio hormonal y menor vitalidad. Incluso aspectos sutiles, como la ubicación de ciertos muebles o la circulación de la energía en el espacio, influyen en la regeneración física y emocional. Vivir en entornos que no nos convienen obliga al organismo a adaptarse continuamente a condiciones subóptimas, reduciendo nuestra capacidad de resiliencia y bienestar. ¿Por qué? Quizá porque no nos ha quedado otra. Hemos perdido el instinto de reconocer el buen lugar que nuestros ancestros bien conservaban. E incluso aquellos que no lo han perdido tienen realmente difícil encontrar lugares verdaderamente aptos y que conserven las cualidades innatas de un lugar respetuoso con la biología humana.
CALIDAD DE VIDA EN EL HOGAR
-¿De qué manera podemos mejorar nuestra calidad de vida en casa?
-Mejorar nuestra calidad de vida en casa implica crear un entorno que proteja nuestra salud, reduciendo las agresiones invisibles que nos rodean. La radiación electromagnética artificial, proveniente de routers, antenas, electrodomésticos y dispositivos electrónicos, altera los ritmos naturales de los seres vivos, ¡incluso de los árboles!, interfiriendo con el sueño, el sistema nervioso y los procesos de reparación celular. La exposición constante a la luz azul artificial de pantallas y luces LED, especialmente por la noche, desregula la producción de melatonina, afectando los ritmos circadianos, la calidad del sueño y la regeneración del organismo. La calidad del aire es otro factor crucial: mantener los espacios bien ventilados, controlar la humedad y prevenir la presencia de moho disminuye la exposición a contaminantes, polvo y micotoxinas, protegiendo el sistema respiratorio, la microbiota y la función neurológica. Al mismo tiempo, elegir materiales y productos no tóxicos —como muebles de madera natural, textiles de algodón o lino y pinturas naturales— reduce la liberación de compuestos químicos que afectan la salud respiratoria, el sistema nervioso y la energía vital de los espacios. Finalmente, permitir que los espacios reciban luz natural, vistas hacia la Naturaleza y un flujo armonioso de energía ayuda a alinear nuestro organismo con las frecuencias naturales de la Tierra, restaurando ritmos circadianos, favoreciendo la concentración, la vitalidad y el bienestar general. En conjunto, al minimizar la radiación artificial, la luz azul, los químicos tóxicos, el moho y el aire viciado, transformamos nuestro hogar en un refugio que protege nuestra salud y nos reconecta con los ritmos naturales de la vida.
BIOCULTURA
-¿Qué es BioCultura para ti?
-Para mí, BioCultura es más que una feria o un evento: es un punto de encuentro para aquellas personas interesadas en la transformación del hábitat y la vida cotidiana. Es un espacio donde se comparte conocimiento para vivir de manera más consciente. BioCultura es también una oportunidad única de conectar con personas, marcas y empresas que están trabajando activamente para hacer del mundo un lugar más amable. Es un espacio donde se encuentran quienes comparten la misma visión: crear entornos y productos que respeten nuestra biología y la vida en todas sus formas. Más allá del conocimiento y las herramientas que ofrece, BioCultura permite tejer redes de colaboración, inspiración y apoyo mutuo, conocer iniciativas que regeneran el entorno y descubrir soluciones prácticas para vivir de manera más armoniosa.
Pedro Burruezo
EN BIOCULTURA MADRID 2025
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JORNADA (DES)APRENDIENDO SALUD
SÁBADO 8 DE NOVIEMBRE. Sala N106
17:00 · SALUD DEL HÁBITAT: EL ENTORNO COMO EXTENSIÓN DEL CUERPO
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