Con camisetas con el logo de Futuro Vegetal y un “+3º” escrito debajo, en alusión al aumento de la temperatura media de nuestro planeta para finales de siglo, dos activistas de Futuro Vegetal intentaron encadenarse el pasado jueves a la portería del Santiago Bernabéu en el partido entre el Madrid y el Barça para exigir al gobierno que acabe con las subvenciones a la industria cárnica. Pablo Bolaño opina sobre el asunto.
Una de las penas de una educación ecológica es que
uno vive solo en un mundo de cicatrices…
Aldo Leopold
El portavoz del colectivo Futuro Vegetal señaló que “seguimos viendo la misma política alimentaria de los últimos 30 años: nada cambia salvo el discurso”. Esta acción formó parte de la campaña de desobediencia civil no violenta de Futuro Vegetal que espera movilizar a más de cien personas el próximo mes de abril y que promete no parar hasta que “las subvenciones que actualmente se dan a la ganadería se deriven a promover la transición a un modelo agroalimentario basado en vegetales”.
CAMBIO EN EL SISTEMA ALIMENTARIO
Desde Futuro Vegetal recuerdan que hace más de un año que el Ejecutivo es consciente de esta campaña y que puede pararla. Una portavoz ha recalcado que lo único que esperan es que el gobierno actúe en consecuencia con la gravedad de la crisis, tomando medidas encaminadas a un cambio en el sistema alimentario que proteja el futuro de las próximas generaciones y el inmediato de la actual. Futuro Vegetal denuncia que “el silencio e inacción del gobierno en estos asuntos muestra lo distante que está de la necesaria protección del medio ambiente”. Según Futuro Vegetal, “el Panel de Expertas para el Cambio Climático de la ONU (IPCC) lleva varios años reclamando una transición en el modelo agroalimentario hacia uno basado en vegetales mientras los distintos gobiernos siguen subvencionando el mismo sistema, que se encuentran de nuevo de actualidad con el ‘caso Mediador’”.
UN MODELO SUBVENCIONADO
Desde Futuro Vegetal, insisten: “Decenas de millones de euros se destinan en subvenciones a este modelo de negocio ecológicamente insostenible, que promueve la despoblación del mundo rural y que nos hace más vulnerables frente a las consecuencias de la crisis climática”. Futuro Vegetal ha acusado al gobierno y a las grandes corporaciones de ser “genocidas intergeneracionales”pues “pese a los continuos avisos de la comunidad científica y de los propios trabajadores agrarios, siguen sin cambiar el modelo productivo, condenándonos a sufrir hambrunas en los próximos años”.
EN ECOLÓGICO, POR FAVOR
Todo lo que dice Futuro Vegetal podría ser suscrito por este plumilla, efectivamente. Pero habría que complementar el asunto. Se queda un poco corto. Lo primero es que, sí, verdaderamente, necesitamos una transición rápida hacia un modelo agroalimentario más basado en vegetales que en proteína animal. Eso está claro. Pero, al mismo tiempo, necesitamos que los productos alimentarios que se venden como veganos y/o vegetarianos… sean ecológicos. Porque, si no, estamos en las mismas: un gran desastre para la diversidad y pan para hoy y miseria para mañana. La agricultura que se realiza siguiendo los parámetros industriales acaba con la biodiversidad animal y vegetal. Por tanto, el que quiera ser vegano… que lo sea. Pero que no se engañe. Si no consume alimentos ecológicos, y de proximidad, no está llevando a cabo un gran cambio de modelo. Sino una chapuza…
GANADERÍA ECOLÓGICA EXTENSIVA
Otro error de las declaraciones de los activistas de Futuro Vegetal es meter toda la ganadería en el mismo saco. Hay que diferenciar. No es lo mismo la ganadería industrial y las macrogranjas, por ejemplo, que la ganadería ecológica extensiva de pequeños productores y que protege las especies autóctonas y, por tanto, la biodiversidad. Una agroecología a gran escala, capaz de alimentar a todo un país con productos orgánicos y de proximidad, productos sanos y saludables, sostenibles y seguros, no se puede entender sin el apoyo de una ganadería, ecológica también, en connivencia con la agricultura “bio” en las fincas autosuficientes. Entonces, habría que añadir: ganadería industrial, no; ganadería extensiva ecológica, sí. Si comes algo de proteína animal de vez en cuando, que sea ecológica, segura y de animales libres y felices.
INDUSTRIA CÁRNICA EN TRANSFORMACIÓN
Lo que pronto va a pasar es que la gran industria cárnica, en manos de grandes poderes fácticos y con muy pocos escrúpulos de ningún tipo, va a transformar sus negocios hacia la manufacturación de productos proteínicos pero en formato vegetal. De hecho, ya está pasando. Así es: grandes empresas cárnicas ya están migrando sus negocios hacia los hamburguesas vegetales, la carne “de laboratorio”, etc. No es ningún secreto. Bill Gates está invirtiendo muchos millones de dólares. Son los mismos de siempre que ahora nos van a convencer, con el apoyo de cierto activismo, de que la revolución está en pasarse a lo vegetal. Y, en parte, tienen razón. Sin embargo, no dicen lo más importante. Porque no dicen nada de “ecológico”. Hacen mutis total en este asunto. ¿Por qué? Al fin y al cabo, las hamburguesas vegetales y otros productos sustitutivos de la carne, como el tofu o el tempeh, nacieron en el sector orgánico. Eso nadie lo dice. Pero pronto el mercado estará saturado de tofu, tempeh, hamburguesas vegetales, leches vegetales, yogures de soja… convencionales, intensivos, industriales, mecánicos, procesados. Vamos hacia eso. Aldo Leopold fue un gran filósofo. Nos enseñó a amar la Naturaleza de una forma holística. A partir de esa nueva visión, vemos muchas cicatrices y “soluciones parciales”. No podemos contribuir a ellas. Porque forman parte del problema y no de la solución. Chicas y chicos de Futuro Vegetal: añadid a vuestras soflamas que ese futuro vegetal sea ecológico y tendréis todo mi apoyo.
Pablo Bolaño