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12 de marzo de 2024RAMADÁN/LA NO ACCIÓN
El mes sagrado del ayuno y del silencio
Pedro Burruezo, en este artículo de opinión, nos acerca las verdades menos conocidas de Ramadán para conocer algo más que tópicos y estereotipos.
Se gobierna un reino mediante leyes ordinarias;
se hace una guerra con movimientos extraordinarios;
pero se gana el mundo dejándolo estar…
Lao Tse/Tao te King
Apareció el creciente en el firmamento nocturno y, de nuevo, ya está aquí el mes de Ramadán. Sin duda, uno de los cinco pilares fundamentales del islam. En otros años, en El Ecomensajero Digital, ya hemos disertado sobre qué es, qué significa… Ramadán, más allá del ayuno fisiológico. Efectivamente, es un periodo esencial para la reflexión y la purificación espiritual… y para doblegar al ego, el motor de las miserias humanas, y, también, el combustible de esta sociedad que camina directa hacia un desastre anunciado. En Ramadán, brotan nuevas ilusiones en los corazones, se fortalece la familia (esa reliquia, que, poco a poco, la modernidad va extinguiendo) y, con el hambre, el practicante no olvida que hay gente pasando escasez, gazuza y necesidades en muchos puntos del planeta (Palestina, entre ellos).
TIEMPO DE SILENCIO
Como ya dijimos en otras ocasiones, las prácticas durante este tiempo son diversas y abarcan desde el ayuno estricto hasta la abstención de comportamientos que resultan perjudiciales para uno mismo, para la familia, para la sociedad y/o para la Naturaleza. Es tiempo de serenidad, de sosiego, de silencio, desde el alba hasta el ocaso. El musulmán se abstiene de comer, beber, fumar y mantener relaciones sexuales. Pero también se niega a cuchichear, a blasfemar, a pensar mal de este o de aquel, a lanzar calumnias, a mentir, a sembrar injustamente la duda sobre tal o cual persona… También se pone el acento en la multiplicación de obras piadosas: por ejemplo, repartir la riqueza, afianzar los lazos familiares, crear redes vecinales, etc. Sin embargo, es curioso que el acento más importante de Ramadán es, al contrario de cómo funciona la sociedad moderna, la no acción. Hay que detenerse. Hay que parar. Hay que dejar la mente en blanco para que se llene de pureza.
LA NO ACCIÓN
La cultura que hoy gobierna el planeta… pone énfasis en “hacer cosas” para conseguir tal o cual meta. Incluso en el mundo “bio” se hace hincapié en seguir talo cual dieta, en tomar estos suplementos, en… Siempre, hay que emprender caminos, hay que moverse, trabajar la mente y el cuerpo… Ramadán, en buena medida, es lo contrario. Es decir, hay que dejar de hacer, ahí es donde está el logro. La no acción es una revolución hoy en Occidente y en todo el planeta. Detenerse. La esencia de Ramadán, llevada a su cénit, es parar, ayunar… de las cosas del mundo. Y redirigir la mirada hacia la luz del Amado, que se encuentra también el centro de nuestros corazones. Podríamos decir que, en cierta medida, al menos de sol a sol, el musulmán se sosiega. No sólo descansa su aparato digestivo. También se serenan, o sobre todo se relajan, su corazón y su mente. Esto tiene un sinfín de virtudes para la salud. Los higienistas lo saben bien. Pero el mundo y la modernidad lo han olvidado. Y así les va…Pedro Burruezo