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Foodcoop BCN apuesta por abrir también a los no socios
Foodcoop BCN abre sus puertas a los no socios, pero no renuncia a su espíritu comunitario. Asimismo, abre puertas a nuevas posibilidades, como es el caso de la mensajería en bicicleta Mensakas.
Foodcoop BCN, el primer supermercado cooperativo y participativo de Barcelona, está poniendo en marcha una nueva etapa en la que espera llevar el consumo transformador a nuevos tipos de públicos de toda la ciudad. Desde el pasado 6 de julio, las personas que no sean socias de la cooperativa ya pueden comprar en el establecimiento, ubicado en el Eixample Esquerra (pasaje de Aragó, 9) de la Ciudad Condal, los productos sostenibles y saludables a los que hasta ahora sólo podían acceder los miembros de su comunidad.
UN PROYECTO MÁS INCLUSIVO
La apertura del supermercado sin ánimo de lucro a todo tipo de compradores responde a una estrategia para hacer más inclusivo el proyecto y consolidarse con un esperado crecimiento de ventas. "El hecho de que sólo puedan adquirir nuestros productos los socios cooperativistas nos aporta algunos valores importantes, pero también nos hemos dado cuenta de que es un freno para que algunos perfiles de personas se sumen al consumo transformador", explica Laura Bosch, socia fundadora y miembro del consejo rector de la cooperativa. Hasta ahora, para poder comprar en Foodcoop BCN era necesario hacer una aportación al capital social de la cooperativa -que es lo que confiere también los derechos de participación política- y, además, desarrollar tareas de apoyo en el supermercado en turnos mensuales de 3 horas.
ELIMINANDO BARRERAS “Hay personas que no pueden dedicar este tiempo de activismo o a las que no les va bien hacer la aportación inicial, pero que sí quieren escapar de las cadenas de distribución convencionales y consumir de una forma diferente; para ellas, hemos decidido eliminar el máximo de barreras”, asegura Cristina Gil, socia y miembro del consejo. Los socios actuales, así como las que se sumen de ahora en adelante, que hagan el turno mensual gozarán de unos precios más bajos en la adquisición de productos que el resto de compradores, ya que sus tareas permiten reducir costes y ajustar los márgenes de venta.
DIVERSIFICAR PÚBLICOS
El objetivo de Foodcoop, con esta nueva medida, es diversificar su público y convertirse en un espacio más inclusivo. En esta línea, hace unos días puso en marcha un servicio de entrega de la compra a domicilio, que ha contratado con la cooperativa de distribución responsable en bicicleta Mensakas. Actualmente, Foodcoop BCN tiene socias que viven lejos del establecimiento y que habían manifestado las dificultades para realizar compras pesadas o voluminosas. “Gracias a este servicio, que nos ofrece un proveedor con quien compartimos valores, hacemos la vida más cómoda a las personas socias, pero también lo tenemos más fácil para conseguir nuevas que viven en otros barrios de la ciudad”, afirma Bosch.
DESDE 2022 Foodcoop BCN entró en funcionamiento en febrero de 2022, con casi 500 personas socias detrás que decidieron aportar capital y horas de voluntariado para crear su propia alternativa a la gran distribución. Desde entonces, el proyecto ha crecido de forma lenta pero sostenida y, ahora, espera “dar un paso más en el impulso del consumo transformador llegando a un público quizás menos acostumbrado al activismo pero que es consciente de los perjuicios que están causando al territorio, al campesinado y a la salud de las personas… los supermercados regidos por el lucro”, dicen sus responsables.
AHORRANDO COSTES
El modelo basado en la participación de las socias en el funcionamiento del supermercado permite ahorrar costes y sitúa el nivel de precios de este establecimiento por debajo del resto de tiendas que ofrecen productos similares. Uno de los pilares de Foodcoop BCN es el hecho de que los criterios de compra se han establecido entre el conjunto de socias y socios, que han decidido que en el supermercado se vendan mayoritariamente productos de proximidad, ecológicos y elaborados con respeto por el planeta y por los productores y productoras. “La nueva fase de apertura a no socias tampoco implica renunciar a otro de los pilares del proyecto, que es el espíritu comunitario. Así, seguiremos ofreciendo actividades para socias y, ahora también, para no socias, y continuaremos trabajando para implicarnos e imbricarnos en el tejido social del Eixample Esquerra y de la ciudad”, aseguran.
Redacción