Los fenómenos meteorológicos extremos se están multiplicando. Pedrisco, heladas, lluvias torrenciales y, sobre todo, una grave y persistente sequía han elevado este año la siniestralidad de la actividad agrícola a cotas nunca antes vistas y a una previsión récord de indemnizaciones por parte del seguro agrario, que superarán los 1.200 millones de euros, según EFEAgro. Es decir, que llueve sobre mojado en el estancamiento del sector ecológico.
Esos 1.200 millones de euros es el dato que maneja el sistema español de Seguros Agrarios Combinados (Agroseguro) a falta aún de contabilizar los sucesos de este mes de diciembre y supone ya un 48,7% más que el total de 2022, cuando se superaron todos los registros con 807 millones en indemnizaciones.
3,4 MILLONES DE HECTÁREAS
Según un texto de EFEAgro: “La superficie agrícola siniestrada hasta el pasado 30 de noviembre superaba los 3,4 millones de hectáreas, del total de casi 17 millones de hectáreas de cultivo del campo español”. La crisis climática ha recrudecido las inclemencias meteorológicas, algo especialmente visible en las altas temperaturas, como demuestra que 2023 sea uno de los dos años más calurosos desde, al menos, 1961. Pero la gran preocupación es la falta de lluvia. La sequía en el campo español es extrema. Del 1 de octubre 2022 al 30 de septiembre 2023 hubo un 12% menos de lluvia que en el periodo inmediatamente anterior.
SEQUÍA PROFUNDA
Todo apunta a que la sequía es la culpable de la mayor siniestralidad del año en el campo español y supondrá más de 470 millones de euros en indemnizaciones, sobre todo en cultivos herbáceos (416 millones) pero también en uva de vino (29,9), olivar (12) y hortalizas (9,1), según datos de Agroseguro. Incluso en aquellos cultivos que no han sido siniestrados, también padece la sequía y el calentamiento climático. Con hasta cuatro olas de calor durante el año y máximas por encima de 40 grados en gran parte del país, como demuestra la caída en la cosecha de la vendimia (-15%), la agricultura está padeciendo y se encuentra ante una gran encrucijada. Y la agricultura ecológica no se libra. Y la producción de aceite, bajo mínimos.
LA DANA
La irrupción de eventos virulentos como la DANA del pasado mes de septiembre, que trajo consigo lluvias torrenciales acompañadas de pedriscos y vientos de gran intensidad, también ha afectado a diversas zonas del campo español y muchos cultivos. “El cambio climático deriva en una alteración de las condiciones, donde se pueden dar circunstancias de tener sequía a la vez que inundaciones, incrementos de temperaturas y heladas potentes”, explicó a EFEAgro recientemente el técnico de seguros de la organización agraria UPA, Javier Alejandre.
PEDRISCO
El pedrisco ha sido el segundo evento que más daño ha causado en 2023 al campo, con una estimación de indemnizaciones de casi 270 millones por siniestros en frutales, cítricos, herbáceos, uva de vino, hortalizas, caqui, olivar y uva de mesa. “Siempre ha existido el pedrisco, pero la novedad es que cada vez es más intenso y más destructivo, por la intensidad de la piedra, por el tamaño y por la duración en el tiempo”, comenta Alejandre.
SECTOR ECOLÓGICO
El sector ecológico no es una burbuja dentro del campo español. Aunque tiene su propio funcionamiento y su mercado, es obvio que le afectan las coyunturas generales, como es el caso de la crisis climática. Los fenómenos meteorológicos extremos están causando sus daños también en el sector “bio”. El asunto se suma a otros problemas que está padeciendo el sector ecológico en el último año, problemas que se derivan de la alta inflación coyuntural. También la ganadería ecológica está sufriendo la urgencia climática. Esperemos que todo ello no dispare más aún los precios, ya que esto sería un hándicap muy poderoso para una sector ecológico que está viviendo su primera gran crisis desde que echó a andar, allá por los años 80. Desde entonces, no dejó de crecer, año tras año. Pero ahora se encuentra más bien estancado.
Antonio Sánchez