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“Mitos que aún perduran en torno al alimento ‘bio’ y por qué debes dejarlos atrás”
La ingeniera agrónoma Alisson Arias Ojeda, estudiante del Máster de Agricultura Ecológica de la Universidad de Barcelona, lleva a cabo, en este texto, un resumen de la mitología negativa que aún existe en torno a los alimentos ecológicos. Que si son más caros, que si no son más nutritivos, que si no saben mejor… Un perfecto resumen para volver a reivindicar la agricultura más limpia, más sana y con más futuro.
En la última década, los alimentos ecológicos han ido ganando espacio en los mercados, en los hogares y en la conciencia de muchos consumidores frente a un sistema agroalimentario que ha priorizado la productividad por encima de la salud de las personas y del planeta. Lo ecológico representa una alternativa basada en el respeto por los ritmos de la naturaleza, la fertilidad del suelo, el bienestar animal y la salud humana. Sin embargo, su expansión se ve obstaculizada por numerosos prejuicios que todavía circulan con fuerza. ¿Son más caros los alimentos orgánicos? ¿Realmente son más sanos? ¿Pueden alimentar al mundo? ¿O es solo una moda bien vendida? En este artículo, analizamos estas cuestiones con una mirada crítica respaldada por la ciencia.
EL PRECIO
Uno de los argumentos más frecuentes contra los productos ecológicos es su precio. En efecto, estos alimentos suelen tener un coste superior al de los convencionales. Esto se debe a razones estructurales; su producción es más exigente, prescinden de químicos sintéticos, requieren más mano de obra y deben superar auditorías y certificaciones rigurosas. Como señala Márquez (2020), la producción ecológica “está más expuesta al riesgo y, al evitar fertilizantes y pesticidas sintéticos, presenta un coste por unidad superior, aunque no necesariamente injustificado”. A eso se suma la menor escala de producción y la dificultad de competir con cadenas agroindustriales que externalizan sus impactos ambientales y sociales. No obstante, si se considera el coste real de los alimentos, que incluye el deterioro ambiental, la pérdida de biodiversidad, la contaminación de acuíferos y los problemas de salud pública derivados del uso de pesticidas, los productos ecológicos resultan mucho más equilibrados en su relación calidad-precio. Además, los canales de comercialización cortos, como los grupos de consumo o mercados de proximidad, permiten encontrar alternativas asequibles sin intermediarios.
El alimento ecológico tiene un público fiel que conoce las múltiples virtudes de la agroecología y que no confunde precio con valor
LA SALUD
En relación con los beneficios para la salud, todavía se escucha que los productos ecológicos “no son más nutritivos” o que “no ofrecen ventajas reales”. La ciencia ha matizado esta percepción. Aunque las diferencias nutricionales no siempre son abismales, diversos estudios han identificado una menor presencia de metales pesados como el cadmio y una mayor concentración de compuestos antioxidantes y polifenoles en productos ecológicos, especialmente frutas y hortalizas. La Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria (2021) destaca que “los alimentos ecológicos tienen un perfil más saludable de ácidos grasos en productos animales, y contienen menos residuos de pesticidas”. Además, aunque lavar las frutas y verduras reduce parte de los residuos químicos, no elimina aquellos absorbidos por la planta durante su desarrollo, lo que representa una ventaja relevante del cultivo ecológico, donde no se utilizan pesticidas sintéticos.
Como demuestran los trabajos de la investigadora Dolores Raigón, entre otros/as, los alimentos ecológicos son nutricionalmente más complejos
LOS ECOSISTEMAS
Desde una perspectiva ambiental, también se ha puesto en duda que lo ecológico sea mejor. Algunos críticos afirman que la agricultura “bio” consume más agua, que requiere más tierra por unidad producida o que no es viable a gran escala. No obstante, el análisis integral del sistema ecológico revela una serie de beneficios acumulados: la mejora de la estructura del suelo, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, el fomento de la biodiversidad funcional (como insectos polinizadores y controladores biológicos) y la prevención de la contaminación del agua por nitratos. La Sociedad Española de Agricultura Ecológica (SEAE) recuerda que estas prácticas, lejos de ser románticas o ineficaces, “ayudan a fijar carbono en los suelos y a mejorar la resiliencia frente al cambio climático”. Asimismo, el uso eficiente del agua mediante técnicas como el acolchado, el riego localizado o la rotación de cultivos, o incluso el uso de plantas adaptadas, permite mejorar la gestión hídrica sin necesidad de insumos externos contaminantes.
La agroecología regenera el suelo y protege la biodiversidad
BIENESTAR ANIMAL
Otra cuestión recurrente tiene que ver con el bienestar animal. Se suele creer que solo la dieta vegana garantiza el respeto hacia los animales o que las prácticas ecológicas no son tan diferentes de las convencionales. Sin embargo, la normativa ecológica europea establece criterios mucho más exigentes en lo relativo a la crianza, el espacio disponible, la alimentación natural y el uso controlado de medicamentos. Los animales en explotaciones ecológicas deben tener acceso al exterior, alimentarse con pienso ecológico y no pueden recibir antibióticos de forma sistemática. Como detalla Martínez (2022), “la normativa ecológica europea establece requisitos de bienestar animal más exigentes que los mínimos legales convencionales”. Aunque el transporte y sacrificio siguen siendo puntos críticos, existen avances como los mataderos móviles o las medidas para reducir el estrés animal, que reflejan una preocupación ética creciente dentro del modelo ecológico.
La ganadería ecológica nos provee de productos de alta calidad respetando los derechos del animal
EL SABOR
El sabor es otra dimensión en disputa. Algunas personas consideran que no hay diferencia entre productos ecológicos y convencionales, mientras que otras afirman percibir un gusto más auténtico y profundo en los primeros. Aunque el sabor depende de múltiples factores (variedad, suelo, clima, frescura), lo cierto es que los productos ecológicos suelen cosecharse en el punto óptimo de maduración y no pasan por largos procesos de almacenamiento o transporte. Esto se traduce en alimentos más frescos, menos manipulados y con mayor vitalidad. Lejos de ser una moda pasajera, lo ecológico responde a décadas de investigación, legislación y evolución de los hábitos de consumo. Como señala el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (2021), el crecimiento del sector ecológico en España y Europa refleja una tendencia estructural, impulsada por la política agraria y la demanda ciudadana.
El sabor del alimento ecológico es más profundo e innumerables chefs de todo el planeta apuestan en sus restaurantes por la agroecología
ALIMENTAR AL MUNDO
Una de las críticas más estructurales es que la agricultura ecológica no podría alimentar al mundo. Este argumento se basa en que, por término medio, los rendimientos ecológicos por hectárea son inferiores a los de la agricultura convencional. Pero este análisis, centrado exclusivamente en la productividad, olvida factores clave como el desperdicio alimentario (que afecta a un tercio de la producción global), el monocultivo de productos destinados a piensos o agrocombustibles, y la falta de acceso a alimentos por razones económicas, no por escasez. La agroecología, que engloba la producción ecológica, propone una transformación del sistema alimentario en su conjunto, con una lógica de proximidad, diversidad y resiliencia. Como sostiene IFOAM EU (2018), “no se trata solo de producir más, sino de producir mejor y de forma sostenible”.
LA ETIQUETA
Por último, la cuestión de la confianza también aparece entre los mitos más frecuentes. ¿Podemos fiarnos de la etiqueta ecológica? ¿No es toda una cuestión de marketing? La respuesta está en la normativa europea y en los organismos de control independientes. El logotipo ecológico de la Unión Europea garantiza que al menos el 95% de los ingredientes provienen de agricultura ecológica certificada y que se cumplen estrictas normas de trazabilidad y control. En España existen entidades certificadoras públicas y privadas como el CCPAE, CAECV, CAAE o el CRAEGA que verifican el cumplimiento de estos estándares. Por tanto, lejos de ser una cuestión de fe, lo ecológico se apoya en un sistema regulado, auditado y cada vez más transparente.
La etiqueta que certifica el alimento ecológico es rigurosa y avala su origen y su elaboración
OTRO MODELO DE VIDA Y DE ECO-NO-MÍA
En definitiva, consumir productos ecológicos no es solo una elección de salud personal, sino una apuesta colectiva por otro modelo de vida. En un contexto de crisis climática, degradación del suelo y pérdida de biodiversidad, lo ecológico representa una herramienta coherente, viable y transformadora. Superar los mitos que lo rodean es un paso necesario para avanzar hacia un sistema alimentario más justo, sostenible y regenerativo.
Alisson Arias Ojeda
El modelo agroecológico es un brindis por un cambio de modelo transformador para una sociedad nueva en armonía con la naturaleza
TOMA NOTA
Referencias bibliográficas
- Márquez Domínguez, A. (2020). Análisis de precios de alimentos ecológicos en distintos formatos de distribución. Universidad Internacional de Andalucía.
- Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria. (2021). Alimentos ecológicos i convencionales: seguridad alimentaria y composición nutricional. Generalitat de Catalunya.
- Codinmur. (2021). Beneficios de la alimentación ecológica para tu salud y el medio ambiente. Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Región de Murcia.
- SEAE. (2019). Evidencias científicas de la producción ecológica. Sociedad Española de Agricultura Ecológica.
- Martínez, I. (2022). Bienestar animal en la producción ecológica. Universidad del País Vasco.
- Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). (2021). El sector ecológico en cifras. Gobierno de España.
- IFOAM EU. (2018). Organic agriculture: A solution for sustainability. International Federation of Organic Agriculture Movements – EU Group.
- Reglamento (CE) Nº 834/2007 del Consejo sobre producción y etiquetado de los productos ecológicos.
- Gros, A. (2021). David Torrelles, president del CCPAE: “A Espanya ia altres països tenim un problema: la convivència amb el sector convencional”. Agro-cultura: La revista de la producció ecològica i l'agroecologia, (84), 9-11.
- Hurtado Cabral, M. R. (2014). La aparición de vínculos fuertes mediante el sistema de aprovisionamiento de alimentos ecológicos a través de la venta directa