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El agua, un bien común
En Arbuniel (Sierra Mágina, Jaén), por diferentes motivos, su preciado Nacimiento de agua está sufriendo, desde hace unos años, una extracción intensiva sin atenerse a los condicionantes que en su momento licenció la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir a la Comunidad de Regantes de Frontil-Banco. Los habitantes de Arbuniel comparten la idea de que el olivar merece el riego necesario para ayudar a unas buenas cosechas. Ahora bien, no es justo que la Charca Chica del Nacimiento esté seca y degradada. Pedro Burruezo entrevista a Luis Cabrera, que sabe de qué va el asunto…
Todos somos iguales, pero algunos son más iguales que otros
G. Orwell
En Arbuniel, en la Sierra Mágina de Jaén, la extracción intensiva de agua del Nacimiento de esta localidad ha dejado sin agua la denominada “Charca chica”. La “grande” está siguiendo los mismos pasos. No es más que otro ejemplo de la gestión insostenible del agua que se está produciendo en múltiples poblaciones andaluzas y de todo el estado. En los medios, hemos leído: “Unos vecinos nos hemos dirigido a la alcaldía con el objetivo de alentar soluciones al problema, que camina hacia un proceso notable de enfrentamientos y de degradación medioambiental. Además, es necesario conseguir un diseño del riego para el siglo XXI, que logre conservar y mejorar el bien de interés cultural que representa el espacio del Nacimiento: acuífero, río y acequias”. El Nacimiento está en peligro, pero algunas personas del municipio están empezando a tomar medidas y a llamar la atención de los medios para que se pueda enmendar el entuerto.
EXTRACCIÓN INTENSIVA
Luis Cabrera, vecino del pueblo y prohombre conocido por su trabajo al frente del Taller de Músics de BCN, y por su labor literaria, ha comentado a El Ecomensajero Digital: “El Nacimiento de Agua de Arbuniel, desde hace unos cuatro años, está sometido a una extracción intensiva de su caudal a través de un sistema de bombeo muy potente. Este año, la situación se ha complicado mucho debido a la falta de lluvia. Pero este factor no es decisivo en el conflicto. En años anteriores la extracción no era tan intensiva debido a que el bombeo se regía por unos horarios predeterminados y algunos días el mecanismo no se ponía en marcha. El Nacimiento dispone de una Charca Grande y, a través de un canal, nutre la Charquilla [Charca Chica]. En otras épocas, la Charquilla nunca quedó seca. Este año está vacía y degradada. El suministro de agua para la mitad de las casas del pueblo [zona de La Vega], es decir, el riego de jardines y huertas, se realizaba a través de la Charquilla. Ahora no es posible debido al maltrato al que se le ha sometido”. Cabrera tiene claro el origen del asunto: “La responsabilidad es de la Comunidad de Regantes Frontil-Banco. Esta agrupación dispone de una licencia para extraer agua. Ocurre que, por lo averiguado a través de expertos y de la Confederación Hidrográfica del Gualquivir [organismo regulador], parece ser que los directivos de la comunidad no se atienen a las características de la concesión: autorización ambiental, limitaciones en horarios y tiempo, cubicaje, cantidad de olivas a regar…”.
DIVERSAS CONSECUENCIAS Este tipo de usos y abusos siempre conllevan degradación. Cabrera asegura: “Las consecuencias sociales de este modo de proceder saltan a la vista. Una de ellas es observar cómo la Charquilla se encuentra vacía y por tanto se ve impedida de cumplir la función que históricamente ha cumplido, la de suministro de agua a la mitad de las casas del pueblo. Las personas que habitan en la zona de La Vega se ven obligadas a regar sus patios, jardines y huertos mediante agua potable, una actividad que, en plena emergencia por la sequía, no es aconsejable… porque el acuífero [distinto al que nutre el Nacimiento] se puede resentir; y, también, porque no es una solución que tenga en cuenta el medio ambiente debido a la sequía extrema que se padece”.
LA OPOSICIÓN Cabrera afirma que: “Se ha creado un Colectivo de Amigos del Nacimiento de Arbuniel con el fin de elaborar un proyecto integral sobre el acuífero La Coloma, así como de todo el entorno que se sustenta en la belleza de un paisaje que hay que proteger [Nacimiento, las dos charcas, acequias, ríos, riachuelos...]. También se están realizando gestiones ante el ayuntamiento de Cambil-Arbuniel [nuestro pueblo es una pedanía dependiente de Cambil], la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir [de momento por ser época estival a través del Portal de Transparencia de este estamento], la Comunidad de Regantes de Frontil-Banco y la Comunidad de Regantes ‘el Nacimiento’, la más antigua, constituida en octubre de 1991 y donde se puede leer en su artículo primero de sus estatutos que se velará por lo intereses de regantes y por el derecho de uso de todos los vecinos de Arbuniel”.
“NO ES UN CASO AISLADO”
Lo que señala Cabrera ya lo sabemos en El Ecomensajero Digital. Efectivamente, es un asunto perfectamente extrapolable a otros pueblos con acuíferos de Andalucía y de otras comunidades autónomas: “Lo que está ocurriendo en Arbuniel no es un caso aislado. Estamos conectados con la Red Andaluza por una Nueva Cultura del Agua, red que a su vez mantiene contactos con los conflictos que en estos momentos existen en otros lugares del estado”. Y Cabrera remata: “En cualquier aspecto que se trate en nuestra sociedad, los estamentos institucionales no deciden con total libertad. Los poderes públicos reciben presiones de los grupos sociales en liza. En el caso del agua, los propietarios de grandes extensiones de tierra influyen en las decisiones que los organismos encargados de regular su uso han de tomar. Las decisiones, en demasiados casos, están mediatizadas por aquellos que se sitúan en las alturas de la cúspide económica”.
P. Burruezo