El término ecoturismo, aunque pueda parecerlo, no es cosa nueva. Algunos señalan que empezó a utilizarse hace cerca de treinta años. La definición exacta ha estado sometida a dimes y diretes en estas tres décadas. En la actualidad, el auténtico ecoturismo representa una opción viable de conservación del patrimonio natural y cultural de los pueblos y de sus ecosistemas. Es un turismo que, al mismo tiempo, fomenta la noción de desarrollo económico sustentable para las zonas visitadas por los turistas. En BioCultura A Coruña la oferta de ecoturismo es notable y rigurosa.
Si piensas que la aventura es peligrosa, puedes probar la rutina.
Eso sí que es mortal…
Anónimo
Fue Héctor Ceballos Lascuráin, arquitecto y autor, quien, en 1983, definió al ecoturismo (o turismo ecológico) como una modalidad de turismo responsable y consciente. Algunos han querido crear sucedáneos y, en no pocas ocasiones, un falso turismo rural se ha querido beneficiar de la tirada del verdadero ecoturismo. Mas o menos, de la misma manera que algunas empresas de cosméticos e higiene señalan que sus productos son respetuosos y “verdes” sin serlo, con publicidades engañosas y sofisticados lemas pseudonaturales. También hay “greenwashing” en el universo turístico, pero en BioCultura A Coruña el ecoturismo representado es riguroso y legítimo. Pilar López, directora de Eventos en EXPOCoruña, que coorganiza con Vida Sana BioCultura A Coruña, ha dicho: “El ecoturismo está respondiendo muy bien a la llamada de BioCultura en A Coruña. En esta nueva edición, ya hay un 20% más de expositores que el año pasado. A fecha de hoy el 80% del espacio está ya adjudicado, lo que se traduce en 1.336 m2 contratados. Esto representa un 40% más de superficie que en el último año pre-pandemia (2020). Así que todo augura una estupenda feria, en la que también se espera alcanzar los 14.000 visitantes. Y el ecoturismo será uno de los sectores más destacados, sin duda”.
¿QUÉ ES EL ECOTURISMO?
El ecoturismo, simplificando mucho, consiste en viajar por áreas naturales/rurales sin perturbarlas, con el fin de disfrutar, apreciar y estudiar tanto sus atractivos naturales (paisajes, flora y fauna silvestres), como las manifestaciones culturales que allí puedan encontrarse (patrimonio arquitectónico, costumbres culinarias, riqueza lingüística, agroecología, artesanías…). En definitiva: la biodiversidad cultural de la que goza el planeta y que la globalización quiere atenuar a toda costa. El ecoturismo tiene unas características intrínsecas que le diferencia de otros turismos que, aunque puedan parecerle similares al profano, no lo son.
– Mínimos impactos. Por un lado, el ecoturismo real y legítimo tiene que comportar los mínimos impactos ecológicos. De hecho, es más, el turismo ecológico puede servir, de formas directas o indirectas, o debería servir, para no sólo conservar los ecosistemas tal como son en su origen, sino para mejorarlos en el caso de que haya habido impactos por razones de diferente índole. Imaginemos una zona selvática, por ejemplo, de un gran valor ecológico. Parte de las ganancias generadas por el turismo ecológico podrían utilizarse para llevar a cabo actuaciones de diferente índole con el objetivo de proteger más aún la zona o de crear tecnologías de riesgo 0 que conlleven un aprovechamiento de los recursos pero garantizando la viabilidad del proyecto y la conservación para las generaciones venideras. En este caso, por decir algo, reintroducción de las especies vegetales o animales más castigadas por el “progreso”, etc.
– Comunidades locales. El turismo ecológico no se puede entender sin la participación activa, directa e indirectamente, de las comunidades locales. Es decir, las comunidades autóctonas son las que tienen que decidir sobre los recursos locales y, por otro lado, tienen que ser las legítimas beneficiarias de los recursos generados por ese turismo sostenible. Imaginemos una zona muy bella, con grandes recursos agrarios, explotada por empresas transnacionales. Si los beneficios y las decisiones no se toman en el área, eso no es turismo ecológico.
– Educación para la conservación. Los proyectos de turismo ecológico tienen que conllevar procesos educativos que tiene su impacto tanto en la comunidad local como en las comunidades de visitantes. Es decir, de una parte, todos los proyectos tienen que conllevar procesos educativos que permitan que los jóvenes y los niños de la comunidad local puedan crecer y educarse en esos vienen intangibles, conociéndolos y asumiéndolos como propios, con el objeto de que, en su edad adulta, puedan seguir “explotándolos” de la mejor y más sostenible manera, y de que los conocimientos de tipo ecológico no se pierdan. De otra parte, todos esos saberes redundarán en los visitantes, que, a su vez, los harán llegar a sus centros de trabajo, familias, centros educativos, expandiendo un saber que antes sólo era autóctono.
– Maximizar la derrama económica en la comunidad. Al convertirse en un medio de vida que permite cubrir sus necesidades económicas, el ecoturismo educa y fomenta que las comunidades que habitan los sitios con riquezas naturales excepcionales se conviertan en sus más fervientes defensores.
7 PUNTOS CLAVE
El ecoturismo es una actividad turística que se lleva a cabo sin alterar el equilibrio del medio ambiente local y que evita de todas las maneras los daños a los ecosistemas autóctonos. Se trata, de alguna manera, de compatibilizar una industria turística, con muchos límites, y la ecología y las actividades de conservación medioambiental. El ecoturismo está vinculado a un sentido de la ética y de la sostenibilidad que conlleva prácticas altruistas. Porque aquí no se trata sólo de viajar para disfrutar de una forma egoísta, sino que se trata, también, de compartir el bienestar y la “ganancia” con las comunidades locales. No sólo se trata de respetar el ecosistema. Sino de que, además, la población vernácula disponga de medios para adquirir el bienestar que no pongan en peligro la Naturaleza. El turismo ecológico también busca incentivar el desarrollo sostenible (es decir, el crecimiento actual que no dañe las posibilidades futuras). Enrique Arriols ha escrito: “La Sociedad Internacional de Ecoturismo ha definido el ecoturismo más auténtico como aquel que cumple con cierto principios. Estos son los siete principios del turismo ecológico:
COMPATIBILIDADES E INCOMPATIBILIDADES
El ecoturismo convive en el presente con otras tendencias. Por ejemplo, algunas de ellas son el turismo gastronómico, el turismo LGTBI, el turismo para singles, el turismo woman/only, el turismo científico, de deporte, el turismo de ferias y salones, el turismo cultural, el turismo arqueológico… El ecoturismo puede ser compatible con algunas de estas tendencias siempre que no se lleven a cabo prácticas irreconciliables. En cambio, con algunos otros tipo de turismo, el ecoturismo presenta realmente incompatibilidades manifiestas. Por ejemplo, con el turismo de sol y playa, con el turismo de borrachera, con el turismo “alucinógeno”… Por suerte, algunas de estas tendencias que viven y conviven con el ecoturismo son, en realidad, tendencias muy cercanas. El ecoturismo gastronómico se integra perfectamente en el turismo sostenible cuando el viajero busca fincas, restaurantes y costumbres de la ecogastronomía tradicional. Igualmente, el turismo cultural asume como suyas los axiomas del ecoturismo cuando se viaja a la selva peruana para conocer las músicas autóctonas. Asimismo, el turismo científico también puede compatibilizarse con el ecoturismo si el tipo de interés científico que tiene el profesional, el viajero o el grupo en cuestión tienen más que ver con un tipo de ciencia consciente y al servicio de la agroecología o de las energías renovables, de los intereses conservacionistas o de la preservación del equilibrio climático, que no al servicio de empresas que destruyen los ecosistemas.
HOSPEDAJES GALLEGOS, EN EL TOP ESPAÑOL
En BioCultura A Coruña el visitante podrá disfrutar de la oferta de diversos hospedajes ecoturísticos en Galicia (como la Reserva de la Biosfera de Mariñas Coruñesas e Terras de Mandeo, primer enclave con certificación de ecoturismo de Galicia) y, al mismo tiempo, podrá conocer la oferta del sector en lo que concierne a visitas a otros espacios naturales, zonas patrimoniales, etc. La ya citada Pilar Lopez ha dicho: “En los últimos años, Galicia saca pecho en su oferta de turismo de calidad. El portal especializado en el ámbito del turismo rural “clubrural.com” acaba de hacer pública la novena edición de su Barómetro del Turismo Rural, un estudio en el que se ha tenido en cuenta a 14.000 alojamientos y 200.000 viajeros de toda España para realizar un análisis pormenorizado de la situación de este sector, así como de sus ‘tendencias, amenazas y oportunidades’. El dato más significativo en lo que respecta a Galicia es que los alojamientos de este tipo situados en la comunidad son, junto con los del País Vasco, los más valorados de toda España. En ambos casos, la clientela los puntúa con un 4,7 sobre 5, lo que supone tres décimas más que la nota media nacional (4,4), superando así a territorios con mayor oferta y demanda de establecimientos de turismo rural. La puntuación tiene en cuenta muchos aspectos, que incluyen, especialmente, asuntos ambientales. BioCultura se rige por el concepto de ecoturismo, y además estamos muy contentos porque este año contaremos también con la participación del Club Ecoturista en España con su promoción ‘Soy ecoturista’”. Para Ángeles Parra, directora de BioCultura A Coruña, “el ecoturismo representado en BioCultura es ecoturismo de verdad. En estos momentos, la palabra sostenibilidad todo el mundo la utiliza. Pero no todo el mundo tiene ecoturismo y no todo el mundo es sostenible. Nosotros procuramos ser muy rigurosos en este sentido. 40 años de experiencia nos avalan”.
Toni Cuesta