Según un informe de Kantar, las seis grandes cadenas de distribución de alimentos han reducido un 23% el surtido de marcas en sus lineales entre 2018 y 2023, donde ha crecido un 13% la presencia de los productos de "marca blanca". Este fenómeno del sector alimentario convencional también está dándose cada vez con mayor peso en el sector ecológico.
El informe de Kantar, que fue presentado la semana pasada durante una jornada de Promarca -que agrupa a marcas líderes de gran consumo-, señala que la reducción de surtido varía según la cadena: Mercadona (-45%), Día (-42%), Eroski (-31%), Carrefour (-20%), Alcampo (-23%) y Lidl (-14%). El asunto se circunscribe principalmente al sector alimentario convencional, pero, como ya hemos dicho en otros artículos en este misma atalaya informativa, la marca blanca sigue ganando peso, también, en el mundo “bio”.
ENTRE 2018 Y 2023
De acuerdo al estudio, entre 2018 y 2023 han desaparecido de los estantes de esas grandes seis cadenas de supermercados un total de 3.666 productos de fabricante, frente al incremento de 1.818 artículos de alimentación o higiene con marca blanca. El director de Consumo de la consultora Kantar, César Valencoso, señaló en la presentación del informe la importancia del surtido en la composición de la cesta de la compra y atribiyó a las estrategias de la distribución el crecimiento de la marca blanca, junto a factores como la percepción de los consumidores y su "aversión" al riesgo. Insistimos en que un proceso parecido está dándose en el sector ecológico. Una tendencia que, todo hay que decirlo, se ha visto favorecido por la crisis y la alta inflación. Los súpers “bio” de las cadenas que conocemos todos se liberan de marcas ajenas y reponen cada vez más los estantes con productos de marca blanca. Los fenómenos que se dan en la gran distribución afectan cada día más también al sector orgánico.
PRODUCTOS QUE DESAPARECEN
Valencoso indicó que en estas grandes cadenas la oferta de marcas de fabricante de muchos artículos de gran consumo, ya alimentos o productos de higiene, “han desaparecido” y solo existe la marca blanca. En el universo ecológico esta tendencia no es tan marcada, pero sorprende que siga creciendo. Más lentamente, pero con aplastante seguridad.
PROMARCA
Como cada uno barre para su casa, Promarca presentó durante la citada jornada varios estudios en los que insiste en la política “de discriminación” que siguen las cadenas de distribución y de “competencia desleal”, tanto en surtido como en los márgenes que se aplican a los productos de marcas de fabricante y “blancas” y que repercuten en el precio final. El presidente de Promarca, Ignacio Larracoechea, remitió también a sondeos según los cuales un 60% de los consumidores no encuentran la marca que desean en el lineal. Muchos productores del sector ecológico que tienen una amplia producción sólo tienen una salida: vender para las marcas blancas de otros. El fenómeno se está dando con tanta fuerza que, en algunos casos, la marca blanca reconoce cuál es la procedencia del producto. Por poner un ejemplo: un lácteo de Aldi, con marca de GutBio, concretamente un kefir, reconoce que su procedencia es de El Cantero de Letur. A sabiendas de que el consumidor ecológico tiene sus preferencias y reconoce diferencias entre productos afines, GutBio propone una especie de camino a medias entre la marca blanca y la marca ajena.
“IGUALDAD DE CONDICIONES”
Larracoechea reclama “igualdad de condiciones” porque ese trato discriminatorio está “destruyendo innovación” y afectando al empleo que generan los fabricantes de marcas líderes: “Es como si en deporte compitieran dos deportistas con distintas reglas”. Según Larracoechea, “las marcas de fabricante generan 1.280.000 puestos de trabajo, exportan por valor de 36.000 millones de euros, contribuyen con 12.600 millones de euros en impuestos, invierten unos 600 millones de euros en I+D y tienen un 40% de sus fábricas en la España rural”. No tenemos este tipo de datos tan pormenorizados del sector ecológico pero creemos que, en menor porcentaje, el fenómeno es el mismo.
LOS MÁRGENES
Según otro estudio de Brattle Group, presentado por el experto de la consultora José Antonio García, la diferencia de márgenes que se aplican a las marcas de fabricantes es tres veces superior que a las marcas blancas e incluso en algunos productos ha llegado a ser “18 veces” mayor. Este informe muestra que la cuota de valor de marca blanca en el gran consumo -sin incluir productos frescos- era en 2023 del 74,5% en Mercadona; en Carrefour, del 31,4%; en Lidl, el 81,9%; en Dia, el 56,3%; en Eroski el 28,4%; en Alcampo, el 24,3%; en Consum el 35,9%; en El Corte Inglés, un 15,2; en Ahorra Más, un 31,5%; y en Aldi, un 69,1%. La alta inflación y la crisis generalizada han conllevado que también el consumidor “bio” busque precios más competitivos, ofertas, descuentos, etc. Y, ahí, las grandes cadenas, también en el mundo orgánico, están compitiendo con precios más asequibles y marcas blancas. ¿Se nota en la calidad? Por supuesto. Pero, en tiempos de crisis, el precio marca la diferencia…
Pablo Bolaño