Andreas Duwe es coordinador de HPCM (Health Professionals for Cellular Medicine) y presidente de ARS (Asociación para la Salud del Dr.Rath). Estará en BioCultura Barcelona dando una interesante ponencia (ver abajo) sobre medicina celular y casos prácticos.

-Durante este mes de abril, has dado una conferencia en el congreso de la Sociedad Española de Kinesiología Médica SEKMO… ¿De qué hablaste allí? ¿Por qué te invitaron?
-Mi charla fue sobre la reconstrucción del hueso mediante la administración de micronutrientes, es decir, de cómo la salud dental puede beneficiarse también de la Medicina Celular. Los odontólogos tienen en ocasiones verdaderos retos por delante, como puede ser la colocación de implantes en pacientes con déficit óseo. En esos casos, el implante es inviable. Por ejemplo, se ve en casos de necrosis por el uso de fármacos para la osteopenia a base de bifosfonatos. Aquí la Medicina Celular tiene mucho que decir.  Ya contábamos con estudios de investigación que mostraban la regeneración del hueso y del cartílago y la mejora de la salud ósea en general. Llevamos a cabo pruebas con distintas clínicas odontológicas y al cabo de 2 meses vimos resultados: regeneración de hueso que permitía ya poner el implante, lo que tanto para el paciente como para la clínica supone una ayuda y un avance inestimable. Hay muchos ejemplos en los que con micronutrientes se llega adonde la medicina convencional no lo hace.

OTROS EJEMPLOS
-¿Qué otros ejemplos podrías ponernos?
-Uno que afecta a una de las enfermedades de mayor prevalencia, la hipertensión. Desde la medicina convencional se habla de HTA esencial o de causa desconocida. La Medicina Celular se interesa por el origen de los desequilibrios y, en este caso, iría a observar qué es lo que está provocando esta HTA: una excesiva rigidez de vasos sanguíneos que no permite un correcta dilatación. ¿O bien otros factores? Determinada la causa, contamos con fórmulas específicas que abordan cada desequilibrio, compuestas por vitaminas y minerales que van a suplir una carencia muy clara en aquel organismo. La mayor parte de enfermedades se deben a carencias prolongadas de micronutrientes en el cuerpo humano. Una situación que no suele dar síntomas durante mucho tiempo y que, cuando lo hace, a menudo, ya llegamos tarde pues algún órgano o función se ha dañado. Entonces reequilibrando con nutrientes podemos contrarrestar estos efectos, y, en ocasiones, revertirlos. 

LA MEDICACIÓN CONVENCIONAL
-¿Y esto se hace dejando la medicación convencional?
-No necesariamente, o no de forma inmediata. Aunque a menudo los efectos de muchos medicamentos suponen una merma aun mayor de micronutrientes, al comienzo, sobre todo, conviven o pueden convivir ambas propuestas. Poco a poco, si somos capaces de tratar de forma natural y conseguir que el desequilibrio se vaya solventando, puede irse reduciendo la medicación alopática y, muchas veces, se acaba dejando porque ya no es necesaria. Pero esto se hace de forma supervisada por un profesional de la salud y chequeando analíticas del antes y del después. Casos como el del colesterol es un clásico.

UN TEMA CONTROVERTIDO
-¿Y cómo lo abordáis? Se trata de un tema controvertido pues los valores van variando, así como las pautas de lo que nos prescriben como bueno o perjudicial: pienso en el discurso sobre el aceite de oliva hace años, la margarina y mantequilla, …
-Sí, el tema daría para mucho. Y qué decir de los efectos secundarios del tratamiento de preferencia, las estatinas, abundantes y muy perjudiciales. Pero hay una serie de conceptos clave que conviene recordar. El colesterol en sí es necesario, y no es ni bueno ni malo. Alrededor del 80% es creado por el organismo y, solo en un 20%, se ingiere en la dieta. Eso sitúa las cosas en otra perspectiva. El problema viene cuando el colesterol junto con la lipoproteína(a) se incorporan en la pared arterial porque esta está en mal estado por falta de micronutrientes y además existen niveles elevados de homocisteína (a menudo por falta de micronutrientes, necesarios para mantener los niveles de homocisteína baja), dando lugar a procesos de oxidación de las grasas incorporadas en la pared arterial. El colesterol oxidado desencadena un proceso de inflamación que empeora aún más rápidamente el deterioro del vaso sanguíneo y aumenta de manera importante el riesgo de un accidente cardiovascular. Un   riesgo que se podría reducir, en parte, aportando los nutrientes necesarios.

ESTILOS DE VIDA QUE ENFERMAN
-¿De qué modo nuestro estilo de vida que nos está enfermando?
-En buena parte, sí. Nuestra dieta deficitaria en nutrientes, los tóxicos ambientales que contaminan el agua, el aire… Las ciudades, el estrés… Es una forma de vida que no contribuye a la salud. Se trata de múltiples factores que tienen consecuencias de amplio espectro. Por ejemplo, los disruptores endocrinos… pasan al feto, vía placenta, y son sustancias que hace pocas décadas todavía no existían. Después, ya como bebé, si su madre calentaba la leche de farmacia en biberones de plástico con bisfenol-a, ahora prohibido, ha continuado esa exposición. Estos disruptores se ha visto que han tenido un efecto en el descenso de las tasas de fertilidad, en problemas hormonales como el hipotiroidismo, se está vinculando al cáncer de mama, que afecta a muchas mujeres sobre todo… Y así podríamos seguir con muchos otros ejemplos de problemas causados por estos disruptores hormonales presentes en productos químicos de diversa índole.

RECOMENDACIONES
-¿Alguna recomendación general como pauta de suplementación que supla estos problemas generalizados?
-Es difícil dar pautas iguales para todo el mundo. Pero sí hay cuestiones que afectan globalmente al mundo civilizado y que tienen consecuencias en toda la población. Por ejemplo, la pobreza de suelos a nivel mineral hace bastante recomendable la suplementación con magnesio. Y el exceso de omega 6 de nuestras dietas, muy presente, recomienda la ingesta extra de omega 3, que es el que suele estar menos presente en la dieta y que, de forma natural, podría ingerirse tomando pescado azul pequeño (el grande va lleno de metales pesados), microalgas marinas y semilla de lino, de chía o de nueces. En enfermedades autoinmunes como la artritis, el lupus o la esclerosis se han visto grandes déficits de ácidos grasos omega 3. Además, el descenso de vitaminas de frutas y verduras lleva a que, aunque uno coma las 5 piezas diarias recomendadas, haya déficit en el organismo a menudo, pues los nutrientes del plátano o de la manzana de hoy día son inferiores y hay estudios al respecto. Las cámaras de frío, la recolecta temprana sin dejar madurar en árbol o los fertilizantes químicos son algunos de los factores que van en contra de los valores nutricionales. Por ello también, siempre es mejor escoger la agricultura ecológica, sin estos tóxicos y más ricos en nutrientes en muchos casos.

MEDIDA PREVENTIVA
-¿Serviría entonces la suplementación nutricional como una medida preventiva de enfermedades?
-Afirmar algo así es muy categórico, porque cada organismo es distinto, pero lo que comprobamos los que nos dedicamos a la nutrición celular es que el cuerpo de las personas que están bien nutridas, o que compensan carencias con suplementación, suele ser más resiliente y cuenta con bases más sólidas para hacer frente, por ejemplo, a pandemias provocadas por virus o bacterias. En la última del coronavirus, se vio claramente el gran porcentaje de población con niveles de vitamina D muy bajos. Y se sabe del impacto de esta vitamina en la salud ósea, pero también en el sistema inmune. ¿Por qué no se habló más de esto? Algunas farmacias exponían cajas de vitamina D en la entrada todo ese tiempo, pero no se hizo demasiado hincapié en algo sencillo que podía contribuir al fortalecimiento de la población y a la prevención.

Pedro B.

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11/05/2024 - 12:00h. SALA 1
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Andreas Duwe
Organiza: Alianza del Dr Rath para la salud
Temática: Bienestar y salud

Información sobre Andreas Duwe:

• Graduado en Ciencias Biomédicas por la UAB y terapeuta naturista
• Cargo: presidente de la Asociación del Dr. Rath para la Salud (ARS) en España y Coordinador de la HPCM (Health Professionals for Cellular Medicine)
• Email: contacto@medicinacelular.org

Información sobre HPCM Y ARS en España:
www.medicinacelular.org
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