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“Para mí, ser doula es mucho más que una profesión”
Giselle es doula, venezolana, madre de dos niñas… y acompaña los procesos sexuales reproductivos de la mujer desde hace 7 años. Su acompañamiento abarca desde la pre-concepción al parto-nacimiento y está especializada en acompañar el postparto desde un enfoque ecosistémico. Giselle es asesora de lactancia formada en el Instituto de Salud Mental Perinatal. Es experta en medicina placentaria (cápsulas, tinturas, homeopatía, arte y ofrenda con la placenta) y también es guía de rituales en la gestación (blessingway, ritual de preparación al parto, bendición de útero) y en postparto (ritual del cierre tradicional de la matriz). Estará en BioCultura Madrid.
-¿Cómo definirías el trabajo de una doula?
-El trabajo de una doula ilumina el camino de la maternidad con amor, apoyo incondicional y sabiduría femenina. En esencia, una doula da fortaleza a las mujeres gestantes y a sus familias durante uno de los momentos más importantes de sus vidas: el parto, el nacimiento y el puerperio. Una doula es una guía que camina junto a la mamá, la inspira con confianza y serenidad en cada paso de su viaje, recordando su propia fuerza interior y su capacidad para dar vida. La presencia de una doula es tranquilizadora; es como un abrazo cálido en medio de emociones, preocupaciones y sensaciones profundas. La doula es una guardiana de los deseos y necesidades de la mamá. Se asegura de que se sienta escuchada y respetada en todas las decisiones que se tomen durante el proceso. La doula es una compañera sagrada en el viaje hacia la maternidad.
RECOMENDACIONES
-¿Hay abundante bibliografía y documentales sobre crianza natural, parto no medicalizado… ¿Alguna recomendación por tu parte? ¿Alguna obra que te haya impactado?
-Afortunadamente, en los últimos años ha habido un aumento significativo en la cantidad de recursos disponibles sobre crianza natural y parto no medicalizado. Esto refleja un interés creciente en volver a lo esencial y en recuperar la confianza en los procesos naturales del cuerpo. Personalmente, varias obras me han marcado profundamente en mi camino como doula, tanto a nivel profesional como personal, y considero que son valiosas herramientas para cualquier persona interesada en estos temas.
Una de las obras que más me ha impactado es "Parir, el poder del parto", de Ibone Olza. Este libro ofrece una mirada profunda y respetuosa sobre el poder transformador del parto, centrándose en la importancia de una experiencia respetada y humanizada, y cómo esto puede influir de manera positiva en la madre, el bebé y la familia en su conjunto. Es una obra imprescindible para quienes desean entender el parto desde una perspectiva más empoderadora y menos medicalizada. Otra obra clave es "Nacer por cesárea", de Michel Odent. Aunque su enfoque está en la cesárea, lo que me impactó fue su manera de abordar la necesidad de humanizar todos los tipos de nacimientos, sean vaginales o por cesárea, y cómo respetar el proceso fisiológico en la medida de lo posible. Odent es una figura crucial en la defensa de la importancia del parto no medicalizado y el respeto por la fisiología natural de la mujer. En cuanto a documentales, recomendaría "El primer grito". Este documental me tocó profundamente, ya que muestra cómo el nacimiento es un evento universal, lleno de emociones, desafíos y esperanzas, pero también destaca la importancia de cómo y dónde nacemos. A través de diferentes culturas y contextos, se revela el poder del parto y la conexión que tenemos con nuestra naturaleza más primitiva. Finalmente, "El renacimiento del parto", una serie de documentales brasileños, también es muy recomendable. A lo largo de esta serie, se exploran de manera crítica los modelos médicos actuales de atención al parto y se promueve el respeto por los tiempos y procesos fisiológicos del nacimiento. Lo considero un recurso visual valioso para entender mejor la necesidad de un cambio hacia un parto más natural y menos intervenido. Estas obras han influido mucho en mi forma de acompañar a las mujeres y sus familias. Creo que son recursos fundamentales para quienes buscan información sobre el parto no medicalizado y la crianza natural, y para aquellos que desean tomar decisiones más conscientes y respetuosas durante este viaje tan trascendental.
APRENDER A SER DOULA
-¿Cómo se aprende a ser doula?
-Yo siento que no aprendemos a ser doulas: nacemos doulas. Nacemos con todo este saber y el camino se nos va abriendo para poder re-encontrarlo y ponerlo al servicio. Este camino es un constante redescubrimiento de esa sabiduría interna, de esa capacidad de acompañar desde el amor, la presencia y el respeto. Aprender a ser doula es, en realidad, recordar cómo escuchar profundamente, cómo sostener el espacio para que cada mujer pueda vivir su experiencia de manera auténtica, sin intervenciones innecesarias, simplemente acompañándola con todo el corazón. Cada parto, cada embarazo es un nuevo maestro. Ser doula es aprender a confiar, a soltar el control y a estar presente en el proceso natural de la vida. Con cada experiencia crecemos y nos transformamos, pero siempre desde esa esencia que llevamos dentro desde el principio. Al final, lo que hacemos es abrirnos a lo que ya sabemos, y ponerlo al servicio de las mujeres, confiando en que el viaje de cada una es único y perfecto.
MÁS REFERENCIAS
-¿Quiénes han sido tus referencias con sus libros, ensayos, etc.? ¿Y en lo práctico?
-Mi principal referencia han sido mis estudios en partería tradicional. La partería me ha llevado a comprender desde una forma más medular y profunda el acompañamiento a la mujer en todos sus procesos sexuales femeninos. Además de caminar en los saberes de la partería, he tomado como referencia al ya citado Michel Odent, Casilda Rodrigañez, Laura Gutman, Robin Lim y, por supuesto, a Ibone Olza, también ya mentada.
UNA OPCIÓN PERSONAL
-¿Por qué en lo personal te decidiste por este mundo de ser doula y por el universo ecológico en general?
-Desde pequeña he sentido una conexión muy profunda con la naturaleza y los ciclos de la vida. Al convertirme en madre, ese vínculo se profundizó aún más, despertando en mí una conciencia sobre la importancia de vivir de manera más consciente, respetuosa y en sintonía con el medio ambiente. Ese camino me llevó a descubrir el rol de la doula, una figura de acompañamiento que encarna valores de apoyo, amor y respeto hacia los procesos naturales del cuerpo y la vida misma. Como doula, mi misión es estar al lado de las mujeres y sus familias, brindándoles el soporte emocional y físico que necesitan en una etapa tan trascendental como es el embarazo, parto y posparto. Para mí, ser doula es mucho más que una profesión; es un compromiso con la vida, con la salud integral y con el bienestar de cada ser humano, siempre desde una perspectiva respetuosa y empoderadora. Acompañar a una mujer en este viaje es un acto profundamente ecológico porque implica honrar los ritmos naturales del cuerpo, confiar en su sabiduría innata y promover una experiencia de parto más humanizada y menos intervencionista. Al apoyar prácticas como la lactancia materna, también contribuimos a reducir el consumo de productos artificiales como la leche de fórmula, disminuyendo así la huella ecológica al evitar la producción industrial, el envasado y el transporte que estos productos conllevan. De este modo, acompañar a una madre no solo impacta en su bienestar y el de su bebé, sino también en el equilibrio de nuestro planeta. Este enfoque va de la mano con mis valores ecológicos, ya que creo firmemente que nuestras acciones y decisiones en cada aspecto de la vida tienen un impacto directo en el entorno que nos rodea. Ser parte del universo ecológico no solo significa elegir productos orgánicos o sostenibles, sino también aplicar esos principios a cómo traemos nueva vida al mundo. Elegir prácticas más conscientes y respetuosas durante el embarazo y el parto, que minimicen el uso innecesario de intervenciones médicas, es también una manera de cuidar nuestro planeta y nuestro futuro. Mi camino como doula y mi compromiso con un estilo de vida ecológico son, para mí, inseparables. Ambos nacen de una misma fuente: el deseo profundo de cuidar la vida en todas sus formas y de crear un futuro más saludable y equilibrado para las próximas generaciones.
PARTO EN CASA
-¿Cada vez más mujeres paren de forma natural? ¿Cada vez más familias se decantan por la crianza natural?
-Sí, cada vez hay más mujeres deseando tener a sus bebés de forma menos medicalizada, utilizando sus propios recursos no farmacológicos para el dolor (como la voz, el movimiento, el calor, etc.) y optando más por hospitales de parto respetado donde prima la intimidad y el respeto a la fisiología del parto y donde además la doula puede estar. También hay cada vez más partos en domicilio con equipos de matronas de parto en casa. Sí, definitivamente al haber más información y herramientas, las familias van sintiendo esa conexión por criar de forma más respetuosa y amorosa. Aun así, siento que la crianza natural es un continuum de un parto natural y respetado.
-¿Con el parto natural es más fácil un posterior amamantamiento?
-Sí, sin duda. Es lo que la naturaleza espera: de un parto natural un directo y favorable enganche al pecho. No quiere decir que de un parto medicalizado o una cesárea no pueda haber una lactancia fluida. Eso se consigue teniendo los apoyos adecuados.
BIOCULTURA
-¿Qué te parece (y qué significa) que BioCultura cumpla este año 40 ferias?
-Que BioCultura celebre 40 ediciones es un logro impresionante y muy significativo para quienes valoramos el bienestar integral y la vida sostenible. Desde su primera edición, BioCultura ha sido pionera en el fomento del consumo responsable y la producción ecológica en España, cuando todavía pocos apostaban por este enfoque. Es un testimonio del esfuerzo incansable de quienes creyeron en un cambio necesario, a pesar de los desafíos iniciales. Para mí, como doula, la celebración de estas 40 ediciones representa el crecimiento de una conciencia colectiva en torno a la importancia de vivir en armonía con la naturaleza y respetar los procesos vitales, ya sea en la alimentación, en el cuidado del cuerpo o en la forma en que traemos nueva vida al mundo. Además, el enfoque de BioCultura en temas tan amplios como la cosmética ecológica, la alimentación sostenible y las terapias naturales refleja el cambio de mentalidad que necesitamos para un mundo más justo y saludable. Es inspirador ver cómo la feria ha sido capaz de adaptarse, crecer y profesionalizarse sin perder su esencia activista y su compromiso por un futuro mejor.
DANDO VISIBILIDAD
-¿Te parece que BioCultura ha sido durante estas 4 décadas una buena herramienta social para difundir las virtudes de la salud natural, el parto desmedicalizado, la crianza armónica…?
-Pienso que BioCultura ha sido un pilar fundamental en la promoción de un estilo de vida consciente y natural. Durante 40 años, ha servido como plataforma para educar y concienciar a miles de personas sobre la importancia de la salud natural, desde la alimentación ecológica hasta prácticas como el parto respetado y la crianza natural. Para quienes trabajamos en estos ámbitos, BioCultura ha sido crucial al ofrecer un espacio donde las familias pueden descubrir alternativas más naturales y respetuosas con el cuerpo y el entorno. Su impacto ha ido más allá de los productos, fomentando un cambio cultural hacia un enfoque más sostenible y humano
P. Burruezo
Giselle J. Carrasquel en BioCultura Madrid
MÁS INFO
https://doulagisellecarrasquel.com/
email: giselle.carrasquel@gmail.com
Teléfono: 684 33 54 58
instagram:doula_gisellecarrasquel