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25 de junio de 2024MACROGRANJAS MARINAS
Maltrato a peces, consumidores y ecosistemas
Greenpeace revela imágenes inéditas de varias macrogranjas marinas españolas: Roquetas de Mar (Almería), Guardamar del Segura (Alicante), Campello (Alicante) y Villaricos (Almería). Para denunciar el maltrato animal y los daños que generan sobre los ecosistemas marinos. La organización ha comprobado el estado de hacinamiento y estrés al que están sometidos los peces en las jaulas de confinamiento, algunas de ellas en un estado de conservación y suciedad lamentables, con las aguas turbias y ejemplares muertos en los fondos de las redes.
En esta investigación, primera que realiza el velero Witness de Greenpeace en España, se han documentado varias granjas de engorde de lubina y dorada presentes en la costa levantina y se han tomado muestras de agua, que ahora se analizarán en laboratorio. Desde la superficie no se ve, pero existe todo un horror de explotación animal bajo las costas españolas.
Imágenes obtenidas por Greenpeace AQUÍ
ACUICULTURA INDUSTRIAL
La acuicultura industrial en España no es una actividad sostenible, ya que cuenta con un elevado número de establecimientos de especies carnívoras. Greenpeace señala que no tiene sentido producir o engordar a este tipo de especies: para alimentarlas, hay que extraer recursos pesqueros para la producción de harina de pescado y productos agrícolas que, en muchos casos, proceden de la deforestación. En España se producen, entre otras especies, dorada, lubina, rodaballo y atún rojo. En el caso de esta última hay que tener en cuenta que hacen falta 20 kg de pescado para que engorden 1 kg y que se trata de un producto de lujo, que se exporta en más de un 85 %, principalmente a Japón. En el caso del resto de las especies, se engordan con harina de pescado, es decir, piensos procesados. Para hacer una tonelada de harina de pescado, se necesitan, aproximadamente, de cuatro a cinco toneladas de pequeños peces pelágicos. En el periodo 2011-2021, la producción de lubina en España fue de casi 200.000 toneladas y, en el caso de la dorada, de cerca de 140.000 toneladas.
NO ES LA SOLUCIÓN
“Están tratando de convencernos de que la acuicultura es la solución a la sobrepesca y esto no es real: las macrogranjas marinas están contribuyendo al colapso de los stocks pesqueros. Las doradas y lubinas de ración no son naturales. Necesitamos que se cambie el modelo de producción y se proteja la pesca artesanal de bajo impacto como modelo de producción sostenible para la biodiversidad y para nuestra salud”, ha declarado Marta Martín-Borregón, responsable de la campaña de océanos de Greenpeace.
UNA BARBARIE
Al menos el 35% de los recursos pesqueros están sobreexplotados a nivel mundial y, en el caso del Mediterráneo, esta cifra aumenta hasta el 90%. La organización medioambiental denuncia que “la pesca industrial es nociva, genera unos graves impactos sobre los océanos al devastar los fondos marinos, capturar especies protegidas de forma incidental y tener un elevado porcentaje de descartes. Los océanos están sometidos a numerosos impactos que los están llevando al borde del colapso, como la sobrepesca, la contaminación, el cambio climático, las actividades industriales o la pérdida de biodiversidad.
HAY QUE TOMAR MEDIDAS
“Necesitamos que se tomen medidas urgentes ante los terribles impactos que generan las macrogranjas marinas en España y que se impida la puesta en marcha de nuevos establecimientos acuícolas, como las granjas de atún rojo en Getaria y Castellón o la granja de pulpos de Canarias”, añade Martín-Borregón: “Asimismo, exigimos al Gobierno la implementación del artículo 17 de la Política Pesquera Común, es decir, que se distribuyan las posibilidades de pesca (cuotas y esfuerzo pesquero) en beneficio de la pesca de bajo impacto y de las comunidades locales, incluyendo criterios sociales y ambientales en el reparto, como el número de trabajadores y trabajadoras o la inyección a la economía local, el aumento de la selectividad, o la reducción de impacto sobre el fondo, siguiendo las recomendaciones científicas para terminar con la sobrepesca. Para asegurar el futuro de nuestros océanos y de los recursos pesqueros, debemos cambiar el modelo de producción, el actual es completamente insostenible”.
Redacción