Hemos tenido acceso a las conclusiones de un estudio llevado a cabo por Alimentta. La conclusión principal es que comemos más y peor de lo que se publica en los medios. Este hecho hace que iniciativas como las de MENUdaTIERRA sean más trascendentes todavía por sus positivas consecuencias sanitarias, ambientales, rurales… Replicamos el resumen del trabajo publicado por la propia entidad Alimentta.
Los datos oficiales de consumo de la población a nivel estatal se utilizan con frecuencia para caracterizar la dieta de un país. Sin embargo, la información proporcionada puede no ser siempre representativa de la realidad.
TODA LA CADENA ALIMENTARIA
El estudio de Alimentta centra su análisis en el consumo alimentario de la población española teniendo en cuenta toda la cadena alimentaria.
En primer lugar, calculamos el consumo de alimentos oficial estimado. Se hizo mediante la corrección de los datos oficiales de consumo del Panel de Consumo Alimentario teniendo en cuenta: consumo extradoméstico (obtenido de los informes de consumo de alimentos del ministerio), el balance de turistas (resultó ser nulo pues el número de turistas entrantes resultó ser prácticamente el mismo que el número de turistas españoles salientes) y el desperdicio alimentario (datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, conocida como FAO).
En segundo lugar, reconstruimos las cadenas alimentarias de 34 productos alimentarios, los más representativos de la dieta española, que representan el 76% del total de volumen de alimentos ingeridos. Producción más importación menos exportación, teniendo en cuenta la forma de consumo del alimento (fresco o como materia prima de un procesado, el desperdicio alimentario a lo largo de la cadena y la utilización de ciertos alimentos para otros fines distintos al consumo humano).
SE COME MÁS
Las diferencias obtenidas entre ambos resultados nos permiten calcular el porcentaje de incremento en el consumo de alimentos, utilizado como factor corrector de los datos oficiales de consumo. Así, encontramos que todos los grupos de alimentos, excepto pescado y frutos secos, se consumieron más que lo declarado oficialmente, observándose entre un 5 y 50% de incremento. El análisis dietético-nutricional de los resultados de consumo alimentario mostró una ratio consumido/recomendado de 3.6 para carne y derivados cárnicos, indicando un consumo muy excesivo y, de 0.5 y 0.1 para frutas y legumbres y frutos secos respectivamente, mostrando que consumimos cantidades deficitarias de estos alimentos según las recomendaciones. Por otro lado, cabe destacar que existe un consumo diario y en cantidades considerables de alimentos muy procesados tales como platos preparados, bollería y bebidas refrescantes. Por su parte, la ingesta calórica supera las necesidades nutricionales de un individuo tipo en España, lo que supone un exceso de grasa saturada y de colesterol, por encima de los límites máximos recomendados. Estos resultados son coherentes con los datos de incidencia de sobrepeso y obesidad actuales en España, así como de enfermedades asociadas a la mala alimentación. Para valorar correctamente la calidad de la dieta de un país es necesario disponer de datos fiables sobre el consumo de alimentos, así como de la ingesta de energía y nutrientes.
DE GUATEMALA A “GUATEPEOR”
En los últimos 50 años, los hábitos alimentarios en los países industrializados han ido cambiando y empeorando desde un punto de vista nutricional. Según el informe publicado recientemente por la Comisión EAT-Lancet, el aumento de la ingesta de alimentos poco saludables (como carne roja y azúcar) en lugar de alimentos sanos, como los frutos secos, las frutas, las verduras y las legumbres, está contribuyendo a aumentar la incidencia de obesidad y enfermedades no transmisibles (ENT) relacionadas con la dieta, incluidas las cardiopatías coronarias, los accidentes cerebro-vasculares y la diabetes.
España es un caso representativo de empeoramiento de patrones alimentarios. Presenta actualmente tasas notables de sobrepeso y obesidad, así como una alta prevalencia de enfermedades crónicas asociadas a una dieta de mala calidad. Según los últimos datos publicados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), el 53% de los adultos en España tiene sobrepeso. La población infantil y juvenil también presenta datos preocupantes, con un 34,1% de la población comprendida entre 5 y 19 años con sobrepeso u obesidad, y un 40,6% del rango de 6 a 9 años con sobrepeso según el estudio Aladino 2019.
ENFERMEDADES CRÓNICAS Y OBESIDAD
Además, la prevalencia de enfermedades crónicas asociadas al sobrepeso o la obesidad, como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes tipo 2 o algunas enfermedades oncológicas, es muy elevada, lo que conlleva un alto coste socioeconómico y un mayor riesgo de mortalidad. Los últimos datos del Ministerio de Sanidad y Consumo indicaban las siguientes cifras: 19% hipercolesterolemia, 17% hipertensión y 7% diabetes en España.
Estudios previos han revelado que son necesarios cambios en el consumo de alimentos en España para disminuir el impacto medioambiental de los patrones dietéticos actuales y reducir algunas patologías crónicas como las enfermedades cardiovasculares. La valoración nutricional de la dieta española basada en los datos oficiales de consumo (Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación) no podría explicar la prevalencia actual de sobrepeso u obesidad evidenciada en España. Partiendo de esta base, nuestra hipótesis actual es que la estimación de los datos de consumo oficiales son inexactos, lo que resulta en una aproximación general a la salud dietético-nutricional española que no justifica la prevalencia de enfermedades asociadas a la dieta. Nuestro estudio lleva a cabo un cálculo basado en datos públicos de consumo, importación, exportación, procesado, etc., que estima el consumo alimentario real de la población española.
Por otro lado, la correcta evaluación de la calidad de la dieta de un país es necesaria a la hora de explicar los efectos en la salud de los españoles que tienen los cambios alimentarios y el progresivo alejamiento de la dieta mediterránea. De hecho, como han señalado otros autores, es esencial evaluar el consumo de alimentos y la calidad nutricional de la dieta, ya que dicha valoración permite identificar cuáles son los cambios necesarios en los hábitos alimentarios de la población para mejorar su estado nutricional.
OBJETIVO DOBLE
El objetivo del presente estudio es doble:
TOMA DE DECISIONES
Creemos que las estimaciones de este estudio ofrecen una visión más realista del consumo de alimentos en España, siendo más consistentes con los datos sobre enfermedades asociadas a la mala alimentación proporcionados por los organismos gubernamentales y la literatura.
Los resultados del estudio indican que el Panel de Consumo Alimentario subestima el consumo de la población pues todos los grupos de alimentos, excepto pescado y frutos secos, resultaron ser consumidos más que lo declarado oficialmente. El análisis dietético-nutricional mostró un consumo bastante alejado de las recomendaciones.
Es necesario utilizar estos datos a la hora de elaborar guías alimentarias eficaces y diseñar nuevas estrategias de sensibilización, comunicación y difusión sobre alimentación y nutrición.
ES NECESARIO CONSUMIR MÁS VERDURAS Y FRUTAS
De acuerdo con nuestros resultados, lo ideal sería recomendar un mayor consumo de frutas, verduras, legumbres y frutos secos, en detrimento de los productos industriales y altamente procesados en general, y de origen cárnico en particular. De esta forma, se daría un paso importante hacia la difusión del patrón de dieta mediterránea cuyos beneficios tanto para la salud pública como para el medioambiente han sido ampliamente demostrados.
Animamos a otros países a explorar sus datos oficiales de consumo alimentario para evaluar posibles sesgos, así como a desarrollar metodologías comunes que permitan conocer el estado nutricional de la población a la hora de tomar decisiones en materia de gobernanza, tanto a nivel nacional como de la Unión Europea.
Isabel Cerrillo García, Pablo Saralegui-Díez, Rubén Morilla Romero de la Osa, Manuel González de Molina Navarro, Gloria I. Guzmán Casado / Alimentta
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