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3 de noviembre de 2023SÍNDROME AEROTÓXICO/DR. Mariano Bueno
“Los afectados son la tripulación y usuarios que realizan dos vuelos a la semana”
El Dr. Mariano Bueno Cortés es director médico de Biosalud Day Hospital y cuenta con más de 35 años de experiencia. Estudió la licenciatura en Medicina y Cirugía en 1983 y posteriormente la licenciatura en Farmacia. Además, realizó la especialización en Antienvejecimiento por la Universidad de Alcalá y la complementó con un Máster en Medicina Biológica y Antienvejecimiento y con un Máster en Reumatología por la Universidad Complutense de Madrid. Es experto en Medicina Biológica y está especializado en el tratamiento de la enfermedad de Lyme, síndrome de fatiga crónica, fibromialgia, enfermedades autoinmunes, síndrome aerotóxico y en tratamientos antienvejecimiento.
-¿Qué es el síndrome aerotóxico?
-El síndrome aerotóxico es una patología crónica sistémica e inflamatoria compuesta por un conjunto de síntomas respiratorios y neurológicos que tienen su origen en el contacto frecuente con los tóxicos presentes en el aire de las cabinas de los aviones comerciales. Aunque se han registrado casos desde 1999, se trata de una patología poco conocida, pero con cada vez más casos, que requiere de conocimientos especializados para su diagnóstico y tratamiento.UN AIRE CONTAMINADO
-¿Qué lo provoca? -El aire que respiramos en los aviones suele proceder del aire drenado del mismo motor del avión y está cargado de muchas sustancias tóxicas que nos intoxican progresivamente y que, al acumularse en un determinado nivel, produce este síndrome tóxico. Estos productos químicos se usan como antioxidantes, lubricantes, ignífugos, etc. Como, por ejemplo, los pesticidas organofosforados, en especial los tricresyl fosfatos (TCP) y PBDEs. Además, los insecticidas, que según la regulación actual deben ser aplicados en la cabina del avión después del aterrizaje en determinados vuelos, son una fuente adicional de esta contaminación. Las sustancias desprendidas al calentarse los revestimientos de plástico de la cabina del avión también son contaminantes y no hay que subestimar las bacterias y virus que se ocultan tras los paneles.LAS PERSONAS EXPUESTAS
-¿Cuántas personas podrían estar expuestas en España? -Las personas afectadas son, principalmente, personal de vuelo de cualquier línea aérea (técnicos de mantenimiento, personal auxiliar de vuelo y pilotos), viajeros frecuentes que realizan al menos 2 vuelos semanales y, ocasionalmente, personas vulnerables que viajan en avión como enfermos con patologías crónicas graves, mujeres embarazadas o niños. Según un estudio presentado por Jonathan Burdon (MBBS, MD, FRACP, FCCP), C. Vyvyan Howard (MB ChB, FRCPath) y Susan Michaelis (PhD, MSc, ATPL) en la International Aircraft Cabin Air Conference, que se celebró en Londres del 15-18 de marzo de 2021, hay registrados más de 3 millones de casos de toxicidad por organofosforados y de ellas unas 300.000 muertes anuales en todo el mundo.
LOS DIAGNOSTICADOS
-¿Cuántas personas podrían estar padeciéndolo? -No hay datos publicados sobre este problema, pero, por ejemplo, podemos decir que la Agencia Australiana de Seguridad en el Transporte (ATSB) publicó recientemente un registro de 323 casos en 2018. Esto nos puede dar una idea del número de casos a nivel mundial.LOS SÍNTOMAS
-¿Cuáles son los síntomas? -Los síntomas agudos habituales son de tipo neurológico: dolores de cabeza, dificultad para memorizar o concentrarse, mareos o sensación de vértigo, convulsiones, temblores, ataques de pánico… A estos síntomas a veces se suman los de tipo respiratorio como tos, picor de garganta, dificultad para respirar, hemorragia nasal, etc. También aparecen a veces trastornos gastrointestinales, como náuseas, vómitos o diarreas. Dolores musculares. Rash o picor cutáneo. Fatiga. Aumento repentino de la tensión arterial. En los casos crónicos se detectan signos de degeneración del tejido cerebral, acticuerpos antineuronales de superficie y deterioro cognitivo de diversos niveles, así como depresión y/o ansiedad. Es muy importante al detectar estos síntomas y pertenecer a uno de los grupos de riesgo afectados recurrir a un especialista en el síndrome aerotóxico para que realice un diagnóstico preciso y protocolice un tratamiento adecuado.SOLUCIONES
¿Cuál es la solución una vez se ha diagnosticado la patología? -Pues ciertamente la solución es en primer lugar la prevención. Hay personas que sufren este síndrome porque son población de riesgo pero además tienen defectos genéticos en la capacidad de desintoxicación. Estas personas deberían tomar medidas especialmente. Como medidas preventivas sería en las personas de riesgo tomar diariamente N-Acetil Cisteína, para producir glutatión y de este modo facilitar la eliminación de estas sustancias. Incluso en algunos casos puede ser muy efectivo poner un suero intravenoso mensual de glutatión. Puede ser de gran ayuda la sauna semanal. Pero una vez se ha presentado el síndrome aerotóxico, el tratamiento más efectivo es la INUSpheresis®, procedimiento que consiste en la filtración sanguínea mediante un circuito de circulación extracorpórea y que sólamente realizamos en Biosalud Day Hospital. Hacemos un análisis de sangre previo para confirmar la toxicidad y especialmente por tricresyl fosfatos (TCP) y PBDEs. Este tratamiento lo presenté como primicia en el Aircraft Air Cabin International Conference 2023 que se celebró del 27 al 29 de junio. Quedó patente que este procedimiento es el más efectivo para la eliminación de los tóxicos inhalados al respirar el aire de las cabinas aéreas.LÍNEAS AÉREAS
UNA ENFERMEDAD DE LA CIVILIZACIÓN -¿Podríamos decir que es una enfermedad de la civilización? -Bueno desde el momento en que hoy en día es imprescindible desplazarse en avión para vuelos intercontinentales, sí, podemos decir que es uno de los efectos nocivos de la civilización, aunque yo creo que, con las técnicas de que disponemos hoy en medicina para eliminar estos tóxicos, el número de casos debería reducirse a la mínima expresión, siempre y cuando las compañías aéreas facilitaran este tipo de tratamientos a sus trabajadores en riesgo. Podemos decir que se trata de una enfermedad profesional en las tripulaciones aéreas.
Pablo Bolaño