Este año, Algamar fue la empresa que recibió el Premio Alimentos de España 2023 a la Producción Ecológica, asunto del que ya dimos noticia en esta atalaya informativa. Se trata de una empresa que, desde el principio, ha apostado por BioCultura; y por ello no ha querido perderse estar presente en la edición madrileña celebrada la semana pasada. Clemente Fernández Sáa está al frente de la firma.

-¿Qué significa este premio para vosotros?
-Este Premio Alimentos de España 2023 a la Producción Ecológica es efectivamente un reconocimiento oficial al más alto nivel y sitúa a Algamar como representante de la más selecta calidad entre los alimentos del país. Es una gran satisfacción en nuestro camino, en todos los sentidos: en la consideración de las algas marinas como un alimento altamente nutritivo, saludable y sabroso -a la altura del resto de recursos marinos tan apreciados de Galicia, como el marisco o el pescado-;  así como el reconocimiento a la labor de Algamar, a sus fundadores, sus trabajadores y trabajadoras, y a todos sus colaboradores. Entre todos hemos conseguido que las algas marinas sean un alimento destacado en nuestra variada y rica gastronomía, cuidando de forma sostenible el recurso, elaborando los productos con el máximo esmero, educando al consumidor y enriqueciendo su dieta, abriendo mercados, investigando sus beneficios y propiedades, enseñando a utilizarlas, etc. En definitiva, para nosotros significa una celebración, un empuje y una dosis importante de entusiasmo a sumar a la intuición y a la confianza que desde el principio nos ha mantenido en pie, manteniendo nuestro rumbo contra viento y marea y ayudando a la vez a abrir horizontes prometedores y nuevas perspectivas para muchas personas.

ALIMENTO DE FUTURO
-¿Es un reconocimiento también a las algas como alimento de futuro?
-Por supuesto. Aunque para muchos ya es un alimento del presente. Especialmente para quienes hemos nacido y nos hemos criado prácticamente “entre algas”. Hoy cualquier chef que se precie tiene recetas de algas en su menú. Desde Algamar  llevamos 27 años divulgándolo, en España y también en Europa, con presencia de nuestros productos en el mercado ecológico y con nuestros libros traducidos a los principales idiomas europeos. Y, efectivamente, las algas son consideradas por la OMS y la FAO como uno de los alimentos más importantes del futuro, debido a sus implicaciones sostenibles con el medio ambiente y a sus excepcionales propiedades nutricionales. Un premio nacional de esta envergadura es un espaldarazo a un recurso que todavía tiene mucho que decir en la dieta de los españoles y de los europeos. Y, sin duda, ayuda a dar prestigio a Algamar y también a todo el sector de las algas.

UN SECTOR CADA VEZ MÁS COMPETITIVO
-¿El sector de las algas es cada vez más competitivo y eso es bueno?
-Eso también demuestra que las algas tienen mucho futuro. Es bueno que cada vez exista más interés por las algas como alimento, que se multipliquen las propuestas con algas, las demostraciones de cocina, las recetas, productos novedosos a base de algas… Si esto se hace bien, con coherencia ecológica, usando métodos respetuosos e ingredientes saludables, nos beneficia a todos y ayuda a que se generalice su consumo, ya que está demostrado científicamente lo saludable de incorporarlas a la dieta. Es bueno que haya competencia, siempre que las cosas se hagan con ética y con esmero. Si es así, todos ayudamos y contribuimos a que se valoren las algas y en definitiva a que se abran más mercados. Haciendo cada uno su trabajo, respetándonos, hay espacio para todos, sabiendo que lo bien hecho da prestigio a todo el sector.  Es justo lo que sucede con este premio a Algamar, ya que nuestra experiencia y capacitación, formación y conocimiento del recurso, de su biología y su óptima elaboración, precisamente nos ha dado pie a la distinción con este premio de excelencia que a su vez ayuda a valorar al sector de las algas.

PLANES DE FUTURO
-¿Nos podéis hablar de vuestros planes de futuro?
-Seguir afinando nuestros procesos de producción, que siempre se pueden optimizar en aras de una mejor calidad, lo cual significa, entre otras cosas, continuar actualizando sistemas y maquinarias muy especializadas, más bien específicas, “ad hoc”. Eso nos permitirá seguir en la línea de creación de nuevos productos. Abrir nuevos mercados y profundizar en los que existen en España y en Europa. Y seguir  impulsando una potente I+D que nos ubique en la vanguardia de la alimentación saludable y la sostenibilidad. Este es uno de los mayores y más estimulantes retos que tenemos por delante, enfocado hacia las propiedades de los compuestos bioactivos presentes en las algas y sus funcionalidades saludables, el valor de la proteína de las algas como alternativa a la proteína animal, etc. Esto entronca perfectamente con nuestros orígenes y con nuestra línea ininterrumpida de alimentos 100% veganos a base de algas.

BIOCULTURA
-¿Qué es BioCultura para vosotros?
-Podemos decir que BioCultura ha sido nuestra compañera de camino. Montamos el primer estand de algas de la historia de BioCultura precisamente en 1997. En aquel momento la reacción del público era de sorpresa en la gran mayoría de los casos: “¿Y estas algas se comen?”. Es lo que nos preguntaban. Da satisfacción comprobar que, conforme iban pasando los años, los comentarios de los visitantes iban cambiado completamente. Observamos en el estand cómo se aconsejaban entre ellos sobre recetas, utilización, diferencias entre unas y otras… Se había conseguido “crear una experiencia con las algas”. Hemos vivido la participación en las Ferias BioCultura con mucha pasión, animando a visitar la feria, divulgando las algas con conferencias, showcookings, degustaciones, hasta hemos hecho teatro… Fueron muchos años “dándolo todo” en esa feria que siempre hemos difundido y recomendado como la “feria ecológica” por excelencia. En BioCultura se tejieron contactos comerciales importantes, relaciones humanas, amistades, risas, buen trato, positividad. Eso que nos hace tanta falta precisamente en este momento, tan influido por la digitalización y el aislamiento personal. Los espacios como BioCultura llaman a vivir la proximidad, la comunicación real cara a cara, el tú a tú presencial, y el sentido de pertenencia a un “movimiento” profundamente humano.

Pedro Burruezo