El consumo reiterado de alcohol está detrás de un sinfín de enfermedades crónicas y otros problemas graves: alta presión arterial, enfermedad cardíaca, accidentes cerebrovasculares, enfermedad del hígado y problemas digestivos. También hablamos de cáncer de mama, boca, garganta, laringe, esófago, hígado, colon y recto… Y de la propia adicción al alcohol.