La revista “Agricultura”, de Editorial Agrícola, ha publicado recientemente un artículo firmado por Enrique Sánchez que alerta sobre la ya cada vez más asfixiante falta de polinizadores en los campos y, especialmente, en el caso del almendro, que tiene un periodo muy corto de floración. Añadimos algunos comentarios al texto de Sánchez. 

Dice Enrique Sánchez en el texto en cuestión: “La polinización es el momento más importante en los almendros y frutales. Es un período corto de duración pero crucial, aseguran los productores, ya que es el periodo en el que el polen debe entrar en los frutos de los árboles para asegurar una producción rentable. Dicen que solo así se conseguirá un buen cuajado del fruto y los árboles podrán hacer frente a las heladas y riesgos que conlleva el campo”. Pero sin polinizadores, abejas y otros insectos, el proceso se ve truncado. Y ello conlleva graves problemas ambientales, pero también económicos. Cada vez más agricultores invierten en polinización…

ABEJORROS
Sánchez continúa: “Los fruticultores muestran su preocupación porque los agentes polinizadores son cada vez más escasos. Y ponen el acento en aumentar la biodiversidad en sus fincas. Para ello se apoyan en herramientas que ofrecen algunas empresas del mercado con el fin de aumentar el número de polinizadores. Es el caso de Koppert que sigue incorporando colmenas de abejorros para ayudar en esa tarea a los productores. Su solución, dicen, son colmenas con insectos, de fácil manejo para los agricultores, que proporcionan más horas de vuelo que las abejas ya que pueden volar con temperaturas más bajas y con rachas de viento más fuertes. Además, señalan que la rentabilidad de los campos en los que se colocan estas colmenas aumenta cerca de un 20% porque son capaces de polinizar antes que las abejas. Desde la empresa señalan también que sus colmenas de abejorros son totalmente compatibles y complementarias con las colmenas tradicionales de abejas de los apicultores con los que antes trabajaban durante la polinización”. No sabemos si es la solución más adecuada, para los almendros y/o para otros árboles, pero está claro que tenemos un gran problema: las abejas y otros polinizadores escasean. Y el asunto no sólo atañe a los campos humanizados, sino a toda la flora de los diferentes ecosistemas mediterráneos. Diferentes insecticidas están en el punto de mira. Sabemos cuáles son y se ha denunciado mil veces. Los estudios científicos independientes respaldan la visión de los ecologistas. Mientras, las autoridades siguen plegadas a los lobbies químicos y mirando hacia otro lado.

MEDIDAS
Sánchez sentencia: “Las citadas son medidas que los productores de almendra tienen que tomar, cada año más, para aumentar sus producciones. Señalan que cada vez hay más almendros en producción pero cosechas muy parecidas con lo que la actuación de los polinizadores ‘es clave’ para aumentar la rentabilidad de sus explotaciones. Aseguran que son ‘inversiones necesarias’ que no computan en los gastos de producción de las fincas porque sus beneficios, además de la polinización de los árboles, se notan con el paso de los años en los campos donde se gana biodiversidad con la que, a su vez, pueden hacer frente a otros problemas como son las plagas”. Lo triste es que hayamos tenido que llegar hasta aquí. Es lamentable que haya que invertir en “polinización”. El neocapitalismo está destruyendo el mundo y el alma del mundo. Y, cada vez más, habrá que pagar por aquello que la Naturaleza nos dio gratis durante milenios y milenios. Qué triste…

REMEDIOS
Antonio Pozo, de Agrocubas SL, ha dicho al respecto: “Cada vez tenemos más hectáreas de almendros y los mismos kilos de producción. Muchas veces no ponemos el acento en la polinización, cuando es el momento crucial para el desarrollo del cultivo. Luego, puedes abonar o hacer tratamiento foliares, pero si no has conseguido fruto en la polinización… ya no se puede hacer nada”. Algunos investigadores están creando almendros autofértiles. Pero el tiro, una vez más, saldrá por la culata. Lo que hay que hacer es devolver la biodiversidad a la Naturaleza, crear fincas muy diversas, proteger a las abejas y a los demás polinizadores, prohibir los insecticidas dañinos y no selectivos… Sólo así no será necesario invertir en aquello que la Naturaleza nos regala sin pedir nada a cambio…

Pablo Bolaño