La gran industria alimentaria ya está implementando la inteligencia artificial (IA) para desarrollar productos que sean capaces de satisfacer a los consumidores, sean cuales sean sus gustos, apetencias y tendencias.
El gerente de innovación de la asociación de fabricantes y distribuidores AECOC, Albert Anglarill, ha señalado a EFEAgro que la inteligencia artificial (IA) es una de las transformaciones que se están trabajando en su Plataforma de Innovación Abierta y que aglutina a grandes firmas del sector. Son empresas que se están planteando “seriamente” cómo aplicar estas tecnologías a su sistema productivo y su relación con el consumidor, una vez que empieza a estar “bastante madura”. En septiembre se conocerán las start up que están planteando las soluciones más innovadoras en esta línea, si bien ya se están viendo algunas interesantes como el “comercio conversacional”, esto es, a través de Whatsapp o de Instagram con recomendaciones de productos. A nosotros nos parece que la IA puede ser válida para algunas cosas. Pero una cosa es la inteligencia y otra cosa es la consciencia. Nuestro sistema productivo está falto de consciencia y le sobra inteligencia. Puede que algunas empresas vendan más gracias a la IA, pero nos cuesta creer que la IA vaya a solucionar los grandes problemas que ha creado y que sigue creando el sistema agroalimentario convencional.
RECETAS PERSONALIZADAS
Algunos de los caminos de la IA en el mundo alimentario es el de las “recetas personalizadas” o la creación de contenidos de marketing “automatizado” para las diferentes plataformas y redes sociales. Dentro de esta plataforma y con los desarrollos de las empresas innovadoras en este campo, se podrán desarrollar pilotos para que las firmas puedan probarlas. De momento, como en todas las aplicaciones de IA, según el texto de EFEAgro, “la principal barrera se encuentra en la identificación de las fuentes y el uso de bases de datos automatizadas, reconoce. En el marco de la Plataforma se ha celebrado un primer foro sobre ChatGPT y sus aplicaciones prácticas para el sector de la alimentación. Nosotros insistimos... El mundo no necesita más inteligencia, sino más sabiduría. Ha sido la inteligencia la que ha creado un mundo donde todo es posible… todo menos la armonía con la Naturaleza. No creemos que la IA vaya a solucionar eso. En todo caso, lo agravará. Y, en el universo agroalimentario, puede significar la panacea para algunas firmas, en un sentido comercial, pero no proporcionará soluciones a las grandes encrucijadas a las que se enfrenta la Humanidad… por un sistema agroalimentario, el convencional, que aporta un gran número de dilemas, problemas y pifias de todo tipo.
PROCESOS
Según el texto de EFEAgro, como sistema de inteligencia artificial capaz de generar texto y responder preguntas con un nivel de naturalidad y fluidez que aún resulta sorprendente, puede utilizarse fundamentalmente para la creación de chatbots que “permiten a las empresas automatizar y mejorar la eficiencia en sus procesos”. Es igualmente una tecnología “clave” para las empresas pues puede automatizar y mejorar el servicio al cliente, “ahorrar tiempo y recursos y generar una experiencia más personalizada y satisfactoria para el usuario”, apuntan desde AECOC. Pero yo digo… El mundo moderno ha traído mucha automatización… Y la automatización ha creado muchos problemas… Si la Humanidad quiere sobrevivirse a sí misma necesitamos menos procesos automatizados y más artesanía, más lentitud, más tranquilidad, más sosiego, más relajación, más humanidad. Entre los ejemplos que se pueden desarrollar se encuentran las recomendaciones de productos –al analizar los datos de comportamiento del cliente y proporcionar recomendaciones personalizadas de productos basadas en sus preferencias– y las promociones y ofertas, dicen los expertos. Es decir, más comida basura para consumidores alimentariamente analfabetos.
EN TIEMPO REAL
Bares y restaurantes pueden experimentar en la automatización del proceso de reservas mediante la creación de un chatbot que pueda confirmar disponibilidades en tiempo real. Y del análisis de datos se puede derivar en la toma de decisiones estratégicas y mejoras en la eficiencia del negocio, con la reducción en los tiempos de espera en las colas de atención de los centros telefónicos. En el año en el que la IA ha pasado a ser una realidad cotidiana, la industria alimentaria y la distribución no pierden comba en su aplicación y desarrollo, que resulta vertiginoso pero que ya está en el día a día del consumidor. Pero el mundo ese, vertiginoso y acelerado, no va conmigo. Procesos similares ya se han vivido antes y ya vemos dónde estamos. Seguirán produciéndose más cánceres y patologías de todo tipo relacionadas con la alimentación tecnificada. Un desastre…
Jaime Blanco