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13 de enero de 2023OPINIÓN/ALBERTO GONZÁLEZ
"El lobo como aliado de la ganadería extensiva"
La ganadería extensiva debe apostar por la sostenibilidad como factor de diferenciación y para ello debe convivir con la fauna que vive en ese entorno. Diariodegastronomia.com publica la opinión de Alberto González, que apuesta por una ganadería extensiva, ecológica, de calidad, como nuevo input en la gestión del lobo. Nosotros añadimos algunos puntos a las opiniones de González.
Dice González: “La relación de naturalistas y ganaderos, por la gestión de la vida del lobo, siempre ha sido polémica, pero creo que de aquí al futuro se va a cambiar el chip y la tensión que se generaba va a apaciguarse... y es que creo firmemente que el lobo puede pasar a considerarse como el mejor aliado de la ganadería extensiva”. Nosotros añadiríamos que la ganadería extensiva… es mejor cuando es ecológica y certificada.. González añade: “Esta declaración puede sorprenderos, por eso voy a tratar de argumentar las razones por las que pienso esto.
A modo de introducción, situémonos en cuál es el contexto actual:
1. En el año 2020 la Comisión Europea clasificó la situación del lobo en todo el territorio español (atlántico, alpino y mediterráneo) como desfavorable-inadecuada. 2. Recientemente, el Consejo de la Unión Europea rechazaba rebajar el nivel de protección del lobo. 3. Un informe del Europarlamento constataba que la política de matar lobos para proteger rebaños no solo no es efectiva, sino que puede ser contraproducente y provocar un aumento en el número de ataques”.
TIENE QUE HABER CAMBIOS
Para González, tienen que empezar a darse cambios en todo lo que respecta a la gestión de la vida del lobo ibérico. “Ante estos datos, está claro que el modelo de gestión realizado hasta ahora tiene que cambiar. Actualmente estamos inmersos en una crisis climática ante la cual vamos a tener que tomar medidas. El tipo de alimentación que escojamos es un factor que también repercute en el clima, por las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas, tal y como muestra esta imagen del informe de la ONU “La ventana de oportunidad se está cerrando. La crisis climática requiere de una transformación rápida de las sociedades humanas”. Alberto González nos invita a estudiar esta gráfica.
CARNE, POCA. Y DE CALIDADmás competencia, como la carne cultivada o la carne impresa”. Nosotros añadiríamos que hay que consumir mucha menos carne y, si decimos consumirla, pues eso, que sea de calidad: ecológica, de proximidad, lo más artesana posible.
Alberto González tiene claro que hay que cambiar hábitos alimentarios: “Ante esta situación, no se puede esperar que todo el mundo decida volverse vegetariano o vegano, pero sí se puede recomendar que reduzcamos nuestro consumo de carne. Y ya que, buscando la sostenibilidad, hay que consumir menos carne, se podría elegir aquella con mayor calidad ambiental. Por otro lado, hay que tener en cuenta que hoy en día en España ya podemos encontrar alternativas vegetales que imitan a la carne hasta en cadenas de comida rápida como hamburgueserías o pizzerías (y las hay porque cada vez más gente lo demanda). Pero en el futuro a medio plazo llegará
CARNE DE ZONAS LOBERAS “Ante esta competencia dada, ¿qué puntos fuertes puede ofrecer la ganadería extensiva como factor de diferenciación? ¡El de la sostenibilidad! (en este aspecto, en cuanto esta competencia consiga precios competitivos, las macrogranjas lo tendrán difícil). El ofrecer servicios ecosistémicos como la protección frente a incendios es la salvación de la ganadería extensiva. Pero... ¿cómo va a hacer gala de esa sostenibilidad si no es capaz de convivir con la fauna que también habita en ese entorno? Si no es capaz de convivir, sus productos no serán sostenibles. Es así”, dice González. Comer carne, de vez en cuando, de zonas en las que conviven especies salvajes como el lobo… será un dato más para la diferenciación, efectivamente.
PASTORES AFRICANOS
“El patrimonio natural no es un incordio, sino algo que puede favorecer y potenciar los modos de vida compatibles con él. Por tanto, convivamos y creemos una etiqueta que distinga los productos de esas zonas loberas. Pocos animales desatan tanta pasión como el lobo (ojalá otras especies como el urogallo tuvieran la misma sensibilidad). ¡Aprovechemos esa sensibilidad del consumidor! Hay que recordar también que el lobo, por su biología, no puede ser plaga (no le tengamos miedo) y que las medidas para prevenir ataques al ganado pueden ser financiadas al 100% por Europa”. Al texto de González habría que añadir que ya en Galicia, empresas de producción de leche ecológica, imitando a algunos pastores africanos, utilizan el burro como repelente del lobo, con grandes resultados. Es una forma de prevención totalmente inofensiva y que no crea ningún problema. Es burro es tan estridente cuando se estresa, al ver o presentir al lobo, que su rebuzno consigue ahuyentar al cánido. También sería interesante que en las escuelas y en los medios se difundiera una versión del cuento de Caperucita que fuera harto diferente a la versión que conocemos todos.Alberto González/Pablo Bolaño