Felipe Molina es el presidente de la Asociación Nacional de Ganaderos y Ganaderas en Extensivo (Anggex) y ha defendido la necesidad de asegurar el relevo generacional porque, de lo contrario, este sector se extinguirá en 20 años. Algunos de los ganaderos extensivos son orgánicos, pero no todos.

Sin relevo generacional en las explotaciones ganaderas extensivas, de las cuales algunas son explotaciones ecológicas, la ganadería de estas características podría llegar a desaparecer en nuestro país. Lo ha afirmado el citado Felipe Molina en una entrevista para Efeagro.  Molina también ha asegurado: “Uno de nuestros objetivos es hacer lobby y agruparnos con otras asociaciones europeas, porque en extensivo europeo nos conocemos todos”.

OTRA FORMA DE PRESIÓN
“Hemos pensado en juntarnos y hacer lobby en Bruselas todas las asociaciones. Veo mejor hacer esa pinza que optar, por ejemplo, por crear un partido político pequeño al que le hace falta mucha estructura y al final se lo come la burocracia”. Y añade con respecto a los retos de la ganadería extensiva: “Los retos son parecidos para la ganadería española, para la del resto de Europa y para la de otras zonas del mundo. El primero, y principal, es que hay que conseguir tener el relevo generacional suficiente porque la media de edad de los ganaderos españoles en extensivo es de 61 años; así que en 20 años estamos extinguidos si no hay relevo. Para luchar contra ello, hay que dejar también un sistema productivo que sea económicamente viable, es decir, sostenibilidad económica”. En este sentido, cabe destacar que las explotaciones ganaderas en extensivo que están certificadas como ecológicas tienen visos de tener más futuro que las convencionales.

SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL
Molina también confiesa que: “Lo bueno que tiene la ganadería extensiva, y que todo el mundo identifica, es su sostenibilidad medioambiental porque somos los que mejor nos hemos acoplado a esta Política Agrícola Común (PAC) más verde. Nosotros no hemos tenido que adaptarnos nada porque ya lo cumplíamos pero, a pesar de ello, nos han reducido los importes. En vez de premiarnos, nos han rebajado las ayudas por hectárea de pastos. Queremos un estudio de cuánto valor aporta una oveja, una cabra o un cerdo, cuánto hace de bien (para el medio ambiente) y traducirlo en una tasa para abonar como pago (al ganadero en extensivo). Nos lo deben de pagar porque, si no, no podemos ser competitivos ni seguir con esta labor tan bonita que todo el mundo alaba”.

Redacción