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3 de julio de 2024AGROGANADERÍA ECOLÓGICA Y ASILVESTRAMIENTO/Inka Martí
Airhón: 4 mil hectáreas y 1.500 cabezas de ganado
Pedro Burruezo extrae algunos fragmentos de una entrevista realizada a Inka Martí. El concepto de asilvestramiento es nuevo en España pero, para el autor del artículo, es fundamental si queremos regresar a una vida en armonía con la Naturaleza. Es más… sin asilvestramiento es imposible restaurar el alma del mundo, uno de las obsesiones de los protagonistas de la novela de Pedro Burruezo y de la propia Inka Martí y Jacobo Siruela.
Muy recomendable la entrevista de Elena Pita a Inka Martí (esposa de Jacobo Siruela) para “El Periódico de España”. En ella habla, entre otras cosas, de Airhón y de su proyecto de asilvestramiento de 4.000 hectáreas con agroganadería ecológica en extensivo y razas autóctonas. El lobo ha vuelto a vivir en el área y, con las medidas adecuadas, los ataques al ganado son prácticamente nulos. Pero algunos lugareños están indignados. A veces, el conservadurismo de algunas fuerzas de las sectas rurales es recalcitrante. Otros autóctonos salmantinos miran ahora al futuro con ilusión. Porque los resultados en el ecosistema, asegura Inka Martí, son espectaculares. Ya en nuestra novela “Auto-Sufí-Ciencia”, los protagonistas se inician en un proyecto de asilvestrización de una finca. Porque, sin regreso a la asilvestrización, no hay regreso a la armonía cósmica que un día imperó entre el ser humano y Gaia. Sin restaurar el alma del mundo, asociada a la asilvestrización, no hay futuro posible. Los personajes de “Auto-Sufí-Ciencia. Una historia de gnósticos, gitanos, irredentos y otros periféricos” lo tienen claro. E Inka y Jacobo Siruela también. “¿Regenerar la naturaleza es ‘restaurar el alma del mundo’, título del filósofo David Fideler en su editorial, Atalanta?”, pregunta Elena Pila. Inka Martí responde: “Sí, y sería la necesidad profunda del movimiento rewilding, que en castellano traduciríamos como asilvestramiento”.
CHERNÓBIL
El caso de Chernóbil es emblemático. La Naturaleza se está regenerando por sí sola. A menor intervención humana, mayor restauración del orden cósmico, en palabras de TS Elliot. Inka Martí afirma: “¡Claro! En Chernóbil, un ejemplo muy interesante de regeneración, hay una comunidad de lobos que ha sobrevivido a la radiación, y se están haciendo estudios sobre ello que buscan su aplicación al ser humano. Contemplo Airhón como un gran corazón, unos pulmones que irradian aire fresco al exterior. Nos gustaría que la gente entienda que el modelo es posible, a cualquier escala: agricultura ecológica, ganadería regenerativa y sólo de pasto, y coexistencia con la biodiversidad y un mejor ecosistema. Es un organismo vivo donde todo está interconectado, y nuestra esperanza es que otros emulen el modelo: ya se han unido agricultores convencionales de la zona y ganaderos de tercera y cuarta generación que empiezan a entender las bondades de la coexistencia. Nosotros no teníamos patrones de referencia, con el agravante de que el sistema mediterráneo es uno de los más complicados, pero hemos invertido nuestro esfuerzo y los frutos que nos han dado el latifundio y la PAC (ayudas de la UE al agro), en investigar; ahora el modelo está disponible para todo el que se interese. El futuro será la creación de un centro de investigación e intercambio”.
REGENERACIÓN
Nuestro mundo agoniza. La tecnología no aporta las soluciones adecuadas a las grandes encrucijadas a las que nos enfrentamos como especie. Hay que repensar el mundo y dejar de intervenir. Hay que restaurar el orden gaiano, ecosférico, dejando a la Naturaleza que actúe, pues la gran fuerza creadora que impera en el universo, en lo que vemos y en lo que no vemos, no se equivoca. “Sin duda. Se contemplan dos o tres años para la reconversión de la tierra y, pasado ese período, la Naturaleza, que es muy generosa, se regenera. Mira, hay grandes corporaciones agroalimentarias en Estados Unidos, como es Kellogg´s, que financian a los agricultores que quieran hacer esta regeneración a ecológico. Por algo será. El mismo ejemplo lo tenemos en el mar: cuando se veda la pesca de una determinada especie, como ocurrió con la anchoa en los caladeros del Cantábrico, ésta se multiplica como en el milagro de los panes y los peces. En los años 50, los grupos químicos nos hicieron creer que la leche en polvo era mejor que la materna; y en 1970 nos vendieron la llamada ‘revolución verde’, introduciendo la química como la panacea. De pronto la tierra floreció, pero esa misma tierra en 10 años estaba muerta: nos han quedado tierras ‘bonsáis’ sin rastro de organismos. No hay pulgón, pero tampoco polinizadores, ni mariquitas, que fueron símbolo de nuestra infancia, porque rompimos la cadena trófica. Esto se sabe desde los años 90, lo denunciaba sin ir más lejos el informe de César Fuente, un científico del CSIC de aquí mismo, de Larrodrigo, pero se silenció porque habla de la muerte de la tierra. Además los insumos químicos son cada vez más caros y hacen insostenible la agricultura: el cambio a regenerativa la pone al alcance de cualquiera”, sentencia Inka Martí. Agroganadería ecológica, regenerativa, asilvestramiento, relocalización de la eco-nomía, prohibición de todas aquellas actividades empresariales, financieras (usura), científicas y tecnológicas que sean peligrosas para la ecosfera… Esto es lo que necesitamos. Se llama ecología profunda y espiritual. Todo lo demás son tonterías.
Pedro Burruezo
PARA LEER LA ENTREVISTA ENTERA
https://www.epe.es/es/cultura/20240628/inka-marti-editora-ecologista-negacionismo-entrevista-104382143