Ramón Cónsul es un gran embajador de las virtudes de las algas. Es uno de los responsables de la empresa catalana Brotasol/Alga Cochayuyo, la firma que comercializa en España diferentes productos alrededor de la citada alga. Estarán en BioCultura Madrid 2024 / 40 Aniversario. Es una de las empresas históricas por su presencia en la feria. Nos presenta las algas cochayuyo y nos habla de su visión sobre BioCultura y el aniversario de las 40 primaveras.

-¿Después de tantos años con Brotasol/Alga Cochayuyo, ¿cómo ves ahora la evolución de la empresa?
-Desde que se introdujo el alga cochayuyo en 2001, cuando era una desconocida en Europa, hemos pasado muchas vicisitudes, básicamente en relación al reglamento de nuevos alimentos de la Unión Europea que legalizó como alimento las algas que se consumían en el continente antes de 1997 y que excluía las que se incorporaron después. En estos momentos la estamos comercializando como complemento alimentario. Ya veremos qué nos depara el futuro.

LA REVOLUCIÓN DE LAS ALGAS
-No dejan de publicarse libros sobre la revolución de las algas… ¿De qué forma os benefician todos esos libros?
-Evidentemente, toda publicación que da a conocer las cualidades culinarias de las algas, y sus efectos positivos sobre la salud de las personas y del planeta, favorece su consumo y ayuda a que su uso sea casa vez más popular.

-¿Vuestras algas, y las algas en general, ya han entrado en la alta cocina?
-En estos momentos, las algas empiezan a pasar de ser un ingrediente casi desconocido a ser un alimento muy apreciado en la alta cocina. Su singularidad, su textura, su versatilidad, su sabor diferencial, las convierte en una nueva experiencia culinaria que muchos “chefs” no pueden rechazar.

LA INFLACIÓN Y LAS TOXINAS
-¿De qué forma os afecta la alta inflación y cómo la combatís?
-El fuerte incremento de los costes nos ha obligado a dejar el margen comercial al límite con la confianza de que pronto se normalice la situación y nos podamos recuperar.

BIOCULTURA
-¿Qué ha sido para ti BioCultura durante todos estos años?
-BioCultura ha sido un espacio donde hemos podido dar visibilidad a nuestro producto y ponerlo en contacto con los consumidores. Al mismo tiempo, nos ha hecho sentir parte de una comunidad de proyectos y de personas que caminamos en la misma dirección. De esta relación han surgido nuevos conocimientos y amistades duraderas.

-¿Catalunya ha sido un bastión importante del sector “bio” español desde los principios del movimiento?
-Sí. Es el resultado del gran movimiento relacionado con la contracultura, el anarquismo, el naturismo y el ecologismo que crecía en los años ochenta en Catalunya. Revistas (“Ajoblanco”, “Alfalfa”, “Integral”…), asociaciones ecologistas, de agricultura orgánica… eran apuestas por un cambio en la sociedad y en las formas de vivir, más acordes y armónicas con el mundo en que vivimos. También Catalunya recibía la influencia, por interés y cercanía, de los movimientos “verdes” y “bio” que venían de Francia y Alemania.

FUERA DE CATALUNYA
-¿En qué medida empresas como la vuestra tienen una buena acogida fuera de Catalunya y de qué manera ha influido BioCultura en esa aceptación?
-Debido a que nuestro producto no es muy conocido (alga cochayuyo), y de consumo poco habitual, el hecho de acercarlo a la población en un ambiente de afinidad, como son las personas que acuden a BiocCultura, nos ha sido de gran ayuda para su aceptación.

-¿Por qué crees que el movimiento “bio” en sus orígenes tenía más fuerza en Catalunya, hace 40 años?
-Porque, como hemos mencionado anteriormente, su semilla cayó en una sociedad “abonada” para un cambio respetuoso con el medio ambiente y la mejora de vida para las personas.

Pedro B.

MÁS INFO
Web: brotasol.com
E-mail: brotasol@ramonconsul.com