MENUdaTIERRA/RECETAS TRADICIONALES EN «BIO»/M. Escutia: “Pretendemos llegar a cuanta más gente… mejor”
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17 de enero de 2023MENUdaTIERRA
Pedro Burruezo: “Por una alimentación ecológica, saludable y autóctona”
Pedro Burruezo, partidario de la alimentación ecológica pero tradicional, se felicita por la puesta en marcha del proyecto MENUdaTIERRA, que, liderado por el equipo de Montse Escutia (Vida Sana), pretende acercar a la población una alimentación ecológica, sostenible y de temporada, pero local, autóctona, tradicional en gran medida y principalmente vegetal, pero no de forma exclusiva.
Aquellos que piensan que no tienen tiempo para una alimentación saludable… tarde o temprano encontrarán tiempo para la enfermedad
Edward Stanley
Hace 25 años que soy prácticamente ovolacteovegetariano. Sólo como carne o pescado muy de vez en cuando. Generalmente, cuando me invitan, por no rechazarlo y no parecer ingrato. Procuro también alimentarme de productos ecológicos, y/o locales, y/o de temporada, y/o lo más artesanos posible. Y, en muchas ocasiones, proceden de mi propio huerto y/o de mi gallinero. Si alguna vez como proteína animal de mamíferos sacrificados, procuro que el animal haya sido sacrificado de una manera lo más correcta y espiritual posible. Si es pescado, que sea de pesca artesanal y de temporada o de acuicultura ecológica. Antes y después de comer, doy la gracias al Cielo por los alimentos. A pesar de todo lo dicho, soy sencillo en mi alimentación. Soy frugal y como muchas cosas crudas. Me gusta la cocina tradicional, aunque, eso sí, con la menor huella ambiental posible, lo más ecológica posible (para la salud de mi familia y la salud del planeta) y sin o casi sin sufrimiento animal. Pronto haré 60 años y me siento sano y nunca he tenido ninguna enfermedad realmente grave. Toquemos madera. Con mi consumo anhelo ayudar a construir una sociedad más justa y más limpia, y proteger la vida rural, enfriar el clima, conservar la biodiversidad, combatir los monopolios y la eco-no-mía transglobal… Me encantaría que en el futuro siguieran existiendo campesinos/as y pueblos vivos en todo el planeta, fieles a sus costumbres y a sus culturas (siempre que no sean caníbales, claro, jajaja).
ALIMENTACIÓN AUTÓCTONA
Por todo lo expuesto, agradezco propuestas como las de MENUdaTIERRA, que, en palabras de sus responsables, se resume así: “ eivindicamos la cocina tradicional española como herramienta para mejorar tu salud a la vez que proteges el planeta. ¿Por qué la cocina tradicional? Durante nuestra larga trayectoria en el sector de la alimentación ecológica hemos detectado cómo la tendencia y la consciencia con una alimentación saludable se ha ido imponiendo en la sociedad. Lo que observamos también es que la mayoría de veces el discurso de llevar una vida saludable está lleno de contradicciones y sobre todo de obstáculos a la hora de llevar a cabo una dieta sana y sostenible ecológicamente. La gran mayoría de propuestas dietéticas saludables están llenas de ingredientes poco comunes en nuestro país, que requieren técnicas de cocina poco frecuentes en nuestra tradición y con alimentos que no son ecológicos, porque vienen de otras partes del mundo o consumen muchos recursos a la hora de cultivarlos”.
“BIO”, SÍ, PERO QUE SEA MEDITERRÁNEO
Amo el Mediterráneo: sus gastronomías, sus músicas, sus poetas y poetisas, sus paisajes, sus gentes, sus pueblos, sus místicos y maestras espirituales… Cuando empecé a coquetear con el mundo “bio” no entendía muy bien por qué, para ser ecológico, para ser sano, para ser saludable, para ser solidario con la Naturaleza, había que meterse entre pecho y espalda tantos productos que no pertenecían a mi cultura y ser exclusivamente (o casi) vegano. El tofu, el seitán, el tempeh… Todo eso está muy bien. Y, combinado con productos locales, pues aún mejor. Pero, para ser sinceros, tengo que aclarar que la gastronomía tradicional de los pueblos mediterráneos ofrece un montón de soluciones sabrosísimas para tener una dieta saludable, sabrosa y solidaria. No hace falta importar nada de ninguna parte. Tampoco me han gustado nunca las hamburguesas, ni las convencionales ni las vegetales. Y mucho menos la forma en que se comen, que parecen casi algo circense. Nuestro recetario tradicional mediterráneo ofrece un sinfín de posibilidades mucho más ricas, creativas y selectas. Y, para colmo, algunos alimentos serán muy “bio”, sí, pero, si vienen de muy lejos, no le estamos haciendo ningún favor al planeta. Me identifico cien por cien con la idiosincrasia que hay detrás de MENUdaTIERRA y les animo a que visiten su web, de la que obtendrán un montón de informaciones interesantes y sugerentes. Y, si hablamos de carne, poca y buena, procedente de la ganadería ecológica extensiva: fórmula inmejorable para obtener proteína de calidad, productos sabrosísimos, proteger nuestros bosques, conservar la extensa diversidad ganadera mediterránea y mantener viva nuestra gastronomía local milenaria. Por no hablar de las extraordinarias virtudes del estiércol para fertilizar las tierras.
COSAS QUE HACEMOS LOS MEDITERRÁNEOS
Hay algo, además, que tenemos los mediterráneos… que es algo muy bonito. Hasta hace poco, al menos, antes de que aparecieran las televisiones y los móviles, a la hora de alimentarnos, lo hacíamos en comunidad, en familia, rodeados de los/as que amamos. El plato que es consumido en familia, en comunidad, es mucho más sabroso, nutritivo y terapéutico. En la cultura musulmana, además, se anima a la gente a comer del mismo plato, porque ese alimento, entonces, tendrá mucha más baraka, más bendición. Todavía hoy se come la paella en València así, aunque ya se desconoce el origen del asunto: herencia andalusí. Comiendo en familia, se charla, se ríe, se discute, se dialoga… Si todos comiéramos así, muchos psicólogos/as, doctores/as, “coachs” y “mediadores de conflictos” se iban directamente al paro. No hay nada que no pueda arreglar una buena tortilla de patatas con alimentos ecológicos. O una buena “fideuá”. O un arroz a la cubana. O una magnífica ensalada con nuestras lechugas, frutos secos, olivas y ese oro líquido que es nuestro aceite de oliva virgen orgánico. Porque comer es algo más que nutrirse. Y, cuando se hace en buena compañía, tiene una cantidad inimaginable de virtudes. Esto es algo muy mediterráneo. Esto es algo de lo que no se habla en MENUdaTIERRA, pero que está detrás del proyecto, de forma sutil. Y no olviden quizás una de las cosas más importantes: cuando se cocina con amor, con ternura, con voluntad de servicio, el plato es medicina pura. Hay que volver a reivindicar, también, el cocinar en familia, pero pensando siempre en el otro (como lo hacían nuestros abuelos y abuelas). Y, si al servir el menú, sentamos a la mesa a un pobre, a un desvalido, a un desprotegido, la receta, sea cual sea el arte del o de la chef, será, seguro, extraordinaria.
Pedro Burruezo
MÁS INFO
www.menudatierra.eco