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Sobre el comercio y el “continuum” de nuestra especie
Pablo Bolaño, con su habitual estilo, nos recuerda que volver al “continuum” de nuestra especie es muy acertado. También en el comercio. Una feria es, al comercio tradicional, lo que unas semillas crudas… a la dieta paleolítica…
Lo que no se ve… no se vende
Un comerciante anónimo en un foro
Una dieta paleolítica es un plan de alimentación basado en alimentos que los humanos podrían haber consumido durante la era paleolítica. La era paleolítica data de hace unos 2,5 millones a hasta hace 10.000 años. Una dieta paleolítica moderna incluye frutas, verduras, carnes sin grasas, pescado, huevos, frutos secos y semillas. Estos son alimentos que en el pasado las personas podían encontrar mediante la caza y la recolección. No incluye alimentos que se hicieron más comunes cuando comenzó la agricultura a pequeña escala hace 10.000 años. Estos alimentos incluyen granos, legumbres y productos lácteos. La dieta paleolítica está muy en boga en ciertos sectores y a mí me parece algo muy razonable. Se trata de seguir el “continuum” de nuestra especie. Y todo, si puede ser, en ecológico, porque no hay nada más primitivo/futurista que lo “bio”.
OTRAS FORMAS DE VIVIR
Y, habida cuenta de todo ello, ya puestos, creo que habría que reivindicar, también, otras formas de vivir y de relacionarnos como humanos que estén en consonancia con nuestra especie y no tanto en las coordenadas de la tecnosfera, que tiene apenas un siglo de existencia. Porque, lo queramos o no, a nivel evolutivo, somos todavía cazadores-recolectores. La típica familia pequeño burguesa no está en nuestras coordenadas evolutivas. Tampoco lo está el relacionarnos a golpe de redes sociales. Es un error creer que es humano seguir a los que más gritan: lo nuestro es escuchar a los sabios: así fue durante milenios y por eso fuimos capaces de llegar a ser naturaleza que tiene conciencia de sí misma. Y, en el asunto del comercio, parece un poco difícil vivir hoy del trueque pero comprarlo todo de pantalla en pantalla y haciendo uso de dinero virtual… tampoco es muy sapiens. De ahí que, dándome una vuelta este pasado “finde” por BioCultura A Coruña 2025, haya corroborado que una feria es algo muy humano. Hay que reivindicar las ferias, el dinero en metálico, la relación directa entre productores y compradores, etc. Si no, tarde o temprano acabaremos engullidos por la citada tecnosfera, que ha sustituido a la ecosfera, real y palpable.
ACTOS DE REBELDÍA
El profano, el que vive completamente en la inopia, el que acepta todas las consignas de la sociedad tec-no-lógica sin rechistar, podrá argumentar que pensar que asistir a una feria es un acto de rebeldía ante el nuevo orden global… es una exageración. Yo no lo pienso así. La democracia no se construye en las urnas cada cuatro años. Sino en nuestros actos cotidianos y diarios. Y la soberanía alimentaria hoy es ultrajada por las grandes corporaciones y los políticos títeres de las grandes industrias. Por todo ello, comprar directamente a un productor, tener una relación de confianza entre consumidores y productores que no se basa en la mercadotecnia, mirarle a los ojos al que cultiva lo que tú y tus hijos coméis y saber de qué pie calza… Todo eso es muy humano. Larga vida a BioCultura y a todas las ferias ecológicas.
Pablo Bolaño
(fotos: Lola Arias)