La población de los municipios españoles de menos de 2.000 habitantes que cuentan con viñas se ha incrementado hasta un 11,4 % en veinte años (2002-2022), según la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE). El documento, elaborado por Analistas Financieros Internacionales (AFI) a petición de la OIVE, destaca que, por el contrario, el conjunto de municipios de menos de 2.000 habitantes que no cuentan con viñas registró una caída en la población del 10,2% en ese periodo de tiempo. La viticultura ecológica genera más trabajo (y mejor pagado) y aporta más vida a los pueblos.

En lo que respecta a los municipios de entre 2.000 y 5.000 habitantes que cuentan con viñas, la población ha aumentado hasta un 20,3% entre 2002-2022, mientras que en aquellos que no cultivan la vid el incremento demográfico ha sido menos de la mitad, un 9,1%. Para poner este desarrollo en el medio rural en contexto, el informe recoge que más del 40% de los municipios españoles cuentan con viñedo (3.233 municipios) y que el 66% de los municipios vitivinícolas tienen menos de 2.000 habitantes.

VITICULTURA
“La viticultura requiere cierta dedicación a lo largo de todo el año, lo que favorece la fijación de población al territorio. Esta actividad primaria integra territorialmente a buena parte del eslabón industrial dedicado a la elaboración del vino, lo que redunda en la generación de actividad económica”, destaca el documento.
La edición 2023 de este informe, que da continuidad al publicado en 2020, fue presentado en un evento en Madrid que contó con la participación del presidente y la directora de la OIVE, Fernando Ezquerro y Susana García, respectivamente, junto con la de diversos representantes del sector vitivinícola español. Además, estuvo presente la directora general de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), Esperanza Orellana.

TRABAJO Y VIDA RURAL
“En la tierra en la que hay una viña, hay puestos de trabajo y vida en sus pueblos. Por eso, necesitamos visibilizar nuestra labor, que crea empleo, da riqueza a los pueblos y oportunidades laborales atractivas tanto para los más jóvenes como para las mujeres, fundamentales para seguir creciendo”, ha expresado Ezquerro. Durante el evento, García presentó la nueva identidad corporativa de la OIVE y recordó que el sector está desarrollando un plan estratégico con el objetivo de generar un valor adicional de 1.200 millones de euros en 2027, hasta alcanzar los 4.300 millones de euros, lo que supondría un aumento del 40%.

UN ANÁLISIS DESAPASIONADO
Al respecto, Orellana ha indicado que “la estrategia pasa por hacer un análisis desapasionado, separar los retos estructurales de los problemas coyunturales y, después, con este análisis desapasionado, tener la valentía de tomar las medidas necesarias”. Con datos actualizados tras la pandemia, el informe desvela otras realidades, como la contribución del sector del vino a la economía española con el 1,9 % al PIB (20.330 millones de euros) y un valor agregado bruto (VAB) estimado en más de 11.000 millones de euros. En términos de empleo, el estudio destaca que el sector ayuda a generar y mantener más de 363.980 puestos de trabajo a tiempo completo en España.

VINOS ECOLÓGICOS
El documento no habla de vinos ecológicos. Pero desde aquí confirmamos que, si la viticultura convencional aporta vida y riqueza a los pueblos, la viticultura ecológica lo hace en mayor medida. Además, ubica a más mujeres y jóvenes a la cabeza de las bodegas. Lo cual redunda en una mayor igualdad de género en la vida profesional rural y, también, contribuye a la renovación generacional en el campo.

Redacción