Desperdicio alimentario

Más de 1.500 millones de toneladas de alimentos se desperdiciaron en 2022 en el mundo. De esa cantidad, el 60% procedía de los hogares. Y todo ello en un año en que un tercio de la humanidad se enfrentaba a la inseguridad alimentaria. El modelo agroalimentario globalizado es un sinsentido, se mire por donde se mire.

Laia Carulla es directora de los ámbitos de Consumo Responsable y Prevención del Desperdicio Alimentario de Rezero. Ha participado en la elaboración y ejecución de campañas de sensibilización y de nuevas dinámicas y materiales para el impulso del consumo consciente y el consumo responsable de alimentos.

Durante la pasada legislatura, el proyecto de Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario se encontraba ya en el Senado, pero finalmente decayó por la disolución de las Cortes Generales y convocatoria de nuevas Elecciones.

El último día de BioCultura Madrid, la postrera actividad del showcooking de la feria consiste en una clase para enseñar al público a reutilizar alimentos y evitar que se tengan que tirar o que se echen a perder.

Desde 2019, un grupo de científicos buscan cartografiar la totalidad de la variación genética humana con el fin de establecer una referencia exhaustiva para que los genetistas puedan comparar otras secuencias.

Cada año se pierden o desperdician más de dos mil millones de toneladas de alimentos a nivel global (entre un 30 y 40% del total de alimento global), al tiempo que 800 millones de personas -una de cada nueve en el mundo- sufren de hambre.

Tras las primeras semanas desde su aterrizaje en España, Bene Bono, startup que salva frutas y verduras ecológicas e imperfectas, ha logrado salvar 7,8 toneladas de frutas y verduras feas, evitando la emisión de 2.340kg de CO2 y luchando así contra el desperdicio alimentario desde la raíz del problema.