Pablo Bolaño vuelve al tajo con un artículo de peso. Hay mucho sufrimiento en el mundo. Uno ve las bombas sionistas caer sobre Gaza, matando a niños y embarazadas, y se pregunta si está bien seguir comiendo ecológico, qué gran privilegio, como si nada pasara. Pues sí. Hay que seguir comiendo orgánico, porque lo contrario contribuye a ampliar el desastre.