Según algunos analistas, en 2035 España podría quedarse sin una parte importante de la producción de sus tomates. Y todos los tomates que consumiéramos, o casi, se importarían de terceros países… Una locura más del mercado global. Un disparate en todos los sentidos. ¿Alguien sigue creyendo que la ley de la oferta y la demanda solucionará los males del mundo moderno?